La policía abrió una investigación sobre el ataque a la caravana de autobuses del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. De acuerdo con las autoridades de seguridad pública del estado de Paraná, donde ocurrió el incidente, dos equipos del centro de operaciones especiales de la policía fueron enviados a la ciudad de Laranjeiras do Sul para realizar las investigaciones.
Dos autobuses fueron alcanzados ayer (27) por al menos tres disparos cuando la caravana realizaba el trayecto entre Quedas do Iguaçu y Laranjeiras do Sul. Uno de los vehículos llevaba a miembros de la prensa; el otro, a invitados. Lula no se encontraba en ninguno de los dos. Nadie resultó herido.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, el Instituto de Criminalística realiza los últimos análisis en los autobuses y deberá emitir un informe dentro de los próximos días. El órgano informó además que la Policía Militar “reforzó la vigilancia en todos los lugares nombrados por los representantes de la caravana, donde se tenía previsto realizar los mitines con la presencia del expresidente”.
Reacción
En una de sus cuentas de Twitter, el expresidente declaró que no se dejará intimidar por acciones como esta. “Si creen que haciendo eso van a asustarme, están equivocados. Eso nos motiva. No podemos permitir que, tras el nazismo, esos grupos fascistas hagan lo que quieran. Si quieren pelear, peleen conmigo en las urnas. Pero vamos a respetar la democracia, la convivencia en medio a la diversidad”, dijo.
Lula también usó Twitter para quejarse de que el estado de Paraná no proyectó una escolta policial para la comitiva. Las autoridades estatales respondieron diciendo que no se había hecho tal pedido.
Gobierno
El Ministerio de Seguridad Pública informó que la Policía Federal de Carreteras ha guiado el tráfico, pero agregó que garantizar la seguridad está bajo la responsabilidad de las fuerzas policiales del estado.
Ayer (27), el ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raúl Jungmann, dijo a la prensa que ha estado en contacto con la Policía Federal de Carreteras. “No podemos aceptar los enfrentamientos. Esto es antidemocrático, y deberíamos hacer algo al respecto. Los perpetradores deben ser identificados”, dijo.
Repercusión
En una entrevista concedida este mismo miércoles (28), el presidente Michel Temer lamentó el ataque. “Es una pena que esto haya sucedido, porque crea una atmósfera de inestabilidad en el país, una sensación de falta de paz, que es crucial en este momento”, dijo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, condenó el acto de violencia. “Lo que sucedió al expresidente Lula es gravísimo. No solo los disparos al autobús, que marcaron el fin de unos días de incidentes absurdos, un intento de evitar la movilización del expresidente”.
La expresidenta Dilma Rousseff calificó de “inaceptable” el intento de detener a Lula. “Ya no estamos en los años 50 o bajo una dictadura militar, cuando los adversarios políticos a menudo eran físicamente eliminados en Brasil y América Latina. Esa práctica no puede ser tolerada”.
Traducción: Lucas Magdiel
Postar um comentário