Cuarenta y nueve niños brasileños están en albergues y fueron separados de sus padres al ingresar ilegalmente en Estados Unidos. La información fue proporcionada por el cónsul general adjunto de Brasil en Houston, Felipe Santarosa, quien concedió una entrevista exclusiva a la Empresa Brasil de Comunicación (EBC).
Según él, los datos fueron repasados por el gobierno estadounidense, que realiza la clasificación de los niños por nacionalidad. El comunicado del Departamento de Seguridad Interna (DHS) del país solo informa el nombre del albergue, sin especificar la dirección.
“El problema es que simplemente presentan una tabla con el nombre de la institución donde está el chico, no dan ni el nombre. Tengo esa información muy general, recibida de un oficial del DHS.” El trabajo de los diplomáticos brasileños será investigar dónde están esas instituciones y comunicarse con ellas, una tarea difícil por falta de informaciones precisas, según Santarosa.
El cónsul informó que inicialmente tenía conocimiento de 8 casos de niños en albergues y que esos datos llegaron a través del contacto de parientes con el servicio de apoyo a brasileños en el exterior. Luego supo el miércoles (20) de otro niño en la misma situación..
Santarosa dijo que la preocupación inicial es visitar a los niños, verificar las condiciones en que están y poner a las familias en contacto. Él aclaró que no es posible interferir en la cuestión judicial de Estados Unidos.
“El gobierno brasileño no tiene como pedir la liberación [de padres y niños que inmigraron ilegalmente a Estados Unidos]. Sería como imaginar que el gobierno estadounidense llegara a Brasil y pidiera liberar a un detenido suyo. No se puede”, aclara. El cónsul relató el caso de una madre encarcelada que no sabía dónde estaban sus hijos.
“Entramos en contacto con la madre, que nos informó que sus hijos estaban detenidos. Ella había sido separada de ellos a la llegada en la frontera, y no sabía cómo estaban. Entonces le dimos la noticia de que estaban bien. Conseguimos concertar una llamada telefónica entre ellos y coordinamos con el albergue de los niños y la prisión de la madre que ellos se hablarán una vez por semana.
Santarosa añadió que los brasileños en situación similar deben contactar al servicio de asistencia consular del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño.
La separación de familias en la frontera de Estados Unidos con México es resultado de la política de “tolerancia cero” adoptada por la administración Donald Trump. Los inmigrantes ilegales, incluso quienes buscan asilo, son arrestados y responden por crimen federal. En seis semanas, más de 2 mil niños fueron separados de sus padres y llevados a albergues.
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