Brasil anticipó el cumplimiento de una meta voluntaria de reducción de emisiones de gas carbónico en la Amazonía y en el Cerrado, prevista para 2020. El gas es uno de los responsables del efecto invernadero. La información fue divulgada el jueves (9) durante la reunión del Foro Brasileño de Cambio del Clima, con la participación del presidente Michel Temer.
En 2017, la disminución de la deforestación en los dos biomas permitió reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 610 millones de toneladas en la Amazonía y 170 millones de toneladas en el Cerrado. La meta voluntaria de Brasil para 2020 era de reducir las emisiones en 564 millones de toneladas de carbono en la Amazonía y en 104 millones de toneladas en el Cerrado.
La meta fue asumida en 2010, junto a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16), celebrada en Cancún, México, según explicó el Secretario de Cambio del Clima y Florestas del Ministerio de Medio Ambiente, Thiago, Mendes: “Brasil se comprometió con la reducción de la deforestación con base en esas reducciones de emisión de toneladas de CO² equivalentes”, explicó.
“Mientras el mundo cuestiona si es posible tener calidad ambiental y crecimiento económico, Brasil muestra que se puede reducir las emisiones y, de hecho, tener desarrollo económico”, agregó Mendes.
Registro Ambiental
De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, además de la reducción de la deforestación, los principales factores que permitieron anticipar el cumplimiento de la meta fueron la gestión de áreas protegidas y el Registro Ambiental Rural, un registro electrónico obligatorio para los inmuebles rurales brasileños y que forma una base de datos estratégica para el monitoreo y combate a la deforestación, así como para la planificación ambiental y económica rural.
Durante la presentación de los datos, Michel Temer firmó un documento solicitando que el Foro Brasileño de Cambios del Clima, organismo científico vinculado a la Presidencia de la República, elabore una propuesta detallando las acciones necesarias para que Brasil alcance la meta de eliminar las emisiones netas de gases de efecto invernadero a partir de 2060. La propuesta deberá ser entregada en cuatro meses, con base en estudios y debates entre los diversos sectores de la sociedad.
En su discurso, Temer dijo que la cuestión ambiental ganó gran relevancia en las últimas décadas y subrayó que eso muestra la comprensión de gobiernos y de la sociedad de que “la preservación del medio ambiente es la preservación de la vida”.
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