Las candidaturas femeninas a las elecciones de octubre llegan al 30,7%, es decir, 8.435 del total de 27.485 solicitudes de registros remetidos al Tribunal Superior Electoral (TSE).
La legislación determina que 30% es el mínimo de candidaturas femeninas que cada partido debe tener. En 2014, las mujeres eran 8,1 mil, o el 31,1% de las candidaturas. A pesar de la baja evolución, analistas políticos consideran positivo el porcentaje registrado y observan cambios en la forma como las electoras deben elegir a sus candidatos.
Según datos de la Justicia Electoral, la mayoría de las candidatas se declara blanca (51,7%) o parda (33,4%). La mayor parte tiene entre 45 y 49 años y nivel superior completo. La cantidad de casadas y solteras es prácticamente igual: el 40%.
La mayoría de las mujeres (61,7%) disputa un puesto de diputada estadual, mientras que el 30% se presenta a diputada federal. El porcentaje restante corresponde a mujeres que buscan el Senado, gobierno de estado, y dos son candidatas a la Presidencia de la República: Marina Silva (Rede) y Vera Lúcia (PSTU).
El científico político Valdir Pucci dice que no hubo cambios significativos en el número de candidaturas en comparación con las últimas elecciones generales, en 2014. Él cree que esta vez la apuesta de los partidos políticos es que el electorado femenino va a preferir votar por mujeres para los cargos legislativos.
Según Pucci, las mujeres también pueden simbolizar el sentimiento de renovación en la política. “La mujer no es identificada por el elector como una política tradicional, corrupta, sino mucho más como signo de renovación”, evaluó.
Visibilidad
Lúcio Rennó, científico político de la Universidad de Brasilia, afirma que las mujeres ganan más visibilidad porque están organizadas y actuantes en la defensa de varias causas, como el combate a relaciones abusivas y el feminicidio.
El elogió la obligatoriedad del respeto a la cuota del 30% del Fondo Electoral a las campañas de mujeres, introducida por resolución del TSE en mayo de este año. Según él, es un diferencial y una conquista, pues muestra cómo la Justicia Electoral está atenta a los cambios en los anhelos de la sociedad.
Una de las mayores críticas a la resolución que beneficia a las mujeres, sin embargo, es que no hay reglas para la distribución de esa cuota entre las candidatas. Este año, el fondo distribuirá US$ 470 millones a los partidos, que podrán concentrar el recurso en pocas candidaturas y dejar la mayoría sin financiamiento.
Postar um comentário