Un informe titulado “El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2018”, publicado este lunes (17) por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), sitúa a Brasil como el tercer mayor exportador mundial de productos agrícolas. En el documento, la FAO advierte del impacto del cambio climático en la agricultura y la seguridad alimentaria del planeta hasta 2050. La información fue divulgada por ONU News.
La agencia de la ONU revela además que el valor del comercio agrícola mundial se ha triplicado en 15 años. Mientras tanto, el comercio de productos agrícolas ha aumentado más del 6% cada año en todo el mundo, y el flujo del comercio internacional en el sector aumentó de US$ 570.000 millones en 2000 a US$ 1,6 mil millones en 2016.
Participación brasileña
Brasil es el tercer mayor exportador de productos agrícolas del mundo, detrás de la Unión Europea y los Estados Unidos. El aumento de la participación brasileña saltó del 3,2% en 2000 al 5,7% en 2016. También se dice que Brasil ha ganado un mayor protagonismo en los mercados agrícolas mundiales entre las economías emergentes, junto con China, India, Indonesia y Rusia.
Según el informe, la principal razón del aumento del flujo del comercio agrícola fue el crecimiento económico experimentado a nivel mundial, impulsado por el Producto Interno Bruto (PIB) mundial, que se duplicó desde el año 2000.
Aumento continua y amenazas
Otros factores que contribuyen al buen desempeño de la agricultura son el crecimiento de la población mundial, los avances en el transporte, las tecnologías de la información y la comunicación y un mejor acceso al mercado. La producción mundial siguió aumentando para satisfacer la demanda y el comercio.
El documento, sin embargo, advierte sobre el considerable impacto de los cambios climáticos para la agricultura y la seguridad alimentaria. Factores como el aumento de las temperaturas medias en todo el mundo, la alteración del régimen pluvial, el aumento del nivel del mar, los fenómenos climáticos extremos y los posibles daños causados por plagas y enfermedades podrían afectar a la producción. Es probable que los efectos sobre la agricultura, la ganadería, la pesca y la acuicultura sean significativos.
Las regiones áridas y semiáridas estarán expuestas a menos lluvias y a temperaturas más altas, lo que podría provocar pérdidas en la agricultura.
Los países de las regiones templadas, a su vez, podrían beneficiarse de climas más cálidos. Como resultado, el cambio climático puede agravar las desigualdades existentes y ampliar aún más la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
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