El próximo domingo (7), los brasileños irán a las urnas elegir al presidente de la República, el gobernador y dos senadores para los 27 estados, 513 diputados federales y 1.035 diputados departamentales. Según el Tribunal Superior Electoral, son 26.965 candidatos a las plazas en disputa y 147.306.275 aptos a votar en ellos.
Si uno de los 13 candidatos a la presidencia obtiene más que el 50% de los votos válidos, es decir, retirados los votos en blanco y nulos, será elegido en la primera vuelta. En caso contrario, habrá una segunda vuelta el 28 de octubre entre los dos más votados. El mismo sistema se aplica a la elección de gobernadores. Los senadores también son elegidos por el sistema mayoritario, pero no hay segunda vuelta: ganan los más votados simplemente.
Cámara de Diputados
Los diputados federales y departamentales son elegidos por el sistema proporcional. En esos casos, el elector puede votar por un candidato específico o dar el voto al partido. Luego se aplica una fórmula matemática para definir quién realmente ocupará el cargo. Entre los componentes de esta fórmula está la población del estado, que define el tamaño de la bancada del estado, por la cual se divide el número de votos –la suma de votos nominales y en el partido–.
Un cambio en la legislación electoral, aprobado por el Parlamento en 2015, corrigió lo que se consideraba una distorsión de ese sistema. Según la agencia de noticias del Senado Federal, estas elecciones serán las primeras con cláusula de desempeño para diputado, la cual exigirá al candidato un número mínimo de votos nominales. Con la nueva regla, es necesario tener al menos el 10% del cociente electoral (cantidad de votos válidos dividida por el número de vacantes en cada estado) para ser elegido. Sin la cláusula, candidatos con muy pocos votos se beneficiaban de los llamados “tiradores de voto”, a menudo artistas bien conocidos del gran público en general.
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