Una candidatura colectiva fue elegida por primera vez para la Asamblea Legislativa del estado de São Paulo. La Bancada Activista, formada por nueve integrantes de diversas áreas, recibió casi 150 mil votos y fue la 10ª más votada en los comicios para diputados departamentales.
Es la primera vez que una candidatura colectiva vence las elecciones en un gran colegio electoral en Brasil tras una experiencia similar de éxito que eligió un mandato colectivo de cinco personas para la Cámara de Concejales de la pequeña ciudad de Alto Paraíso, estado de Goiás, en 2016.
La Bancada Activista está representada oficialmente por la periodista Mônica Seixas, quien es afiliada al Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Son integrantes de diferentes corrientes, filiados o no a partidos políticos.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil no reconoce candidaturas colectivas. De ahí que el grupo, que ocupará un solo escaño en el Parlamento, haya elegido a Mônica para representarlo en las urnas como candidata oficial.
Gabinete colectivo
“Somos un gabinete colectivo. Formalmente, soy yo quien sienta en la silla de diputado, pero solo soy portavoz del grupo. Cada uno de los otros integrantes será registrado como asesor parlamentario. No tenemos relación jerárquica entre nosotros, y las decisiones se toman en conjunto”, destacó Mônica Seixas.
La nueva forma de participación política no solo atrajo expresivo número de votos, sino también hizo que la candidatura alcanzara el mayor financiamiento colectivo del país entre diputados departamentales: R$ 72 mil donados por cerca de 700 personas.
“La Bancada Activista es un movimiento suprapartidario, compuesto por ciudadanas y ciudadanos con actuación en diversas causas sociales, económicas, políticas y ambientales, y busca oxigenar la política institucional con la construcción colectiva de campañas y mandatos, con gran foco en transparencia, pedagogía y participación”, destaca el texto de presentación publicado en el sitio del grupo.
Líneas de acción
Las propuestas de la bancada se concentran en siete líneas principales: “lucha contra las desigualdades”; “educación y salud liberadoras”; “ciudades como espacios de producción de cultura”; “vivienda y movilidad para poder ser y estar”; “seguridad justa y humanizada”; “integración de lo social con el medio ambiente”; y “democracia de verdad”.
Mônica Seixas se destacó como liderazgo popular en 2014. Es feminista, negra, activista socioambiental y ya fue candidata a la alcaldesa de su ciudad.
Los demás activistas son Anne Rammi, ciclista y activista de causas ligadas a la maternidad; Chirley Pankará, indígena y pedagoga; Claudia Visoni, periodista, ambientalista y agricultora urbana; Erika Hilton, transexual, negra y activista de derechos humanos; Fernando Ferrari, militante contra el genocidio de la juventud periférica y por la participación popular en el presupuesto público.
También forman parte Jesus dos Santos, inmigrante nordestino, militante de la cultura, de la comunicación y del movimiento negro; Paula Aparecida, profesora de la red pública, feminista y activista por los derechos de los animales; y Raquel Marques, sanitarista, activista por la igualdad de género y por el parto humanizado.
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