Desde principios de 2018 hasta el 8 de enero de 2019, se confirmaron 10.274 casos de sarampión en Brasil. Actualmente, el país se enfrenta a dos brotes de la enfermedad en la Amazonia, donde se registran 9.778 casos y, en Roraima, con 355 casos.
También se reportaron 12 muertes por sarampión: cuatro en Roraima, seis en Amazonas y dos en Pará, todos estados de la región norte de Brasil.
Los brotes, según el ministerio de Salud brasileño, están relacionados con las importaciones, ya que el genotipo del virus que circula en Brasil es el mismo que en Venezuela, país que sufre un brote de la enfermedad desde 2017. Roraima, donde se contabilizaron la mayoría de los casos, es la zona fronteriza con Venezuela que más acoge a refugiados.
La cartera informó a través de un comunicado que "en las últimas semanas se ha producido una disminución en la notificación de nuevos casos en Amazonas y Roraima".
Desde enero de 2018 hasta enero de este año, el ministerio envió 15,5 millones de dosis de la vacuna triple viral para atender la demanda de los servicios de salud e implantar medidas de control en los estados donde se confirmaron casos de la enfermedad: Rondônia, Amazonas, Roraima, Pará, Río de Janeiro (sureste), São Paulo (sureste), Río Grande del Sur (sur), Pernambuco (noreste) y Sergipe (noreste), además del Distrito Federal (centro).
Certificado
Brasil tiene hasta febrero de este año para abordar el problema, de lo contrario corre el riesgo de perder el certificado de eliminación de la enfermedad, concedido en 2016 por la Organización Panamericana de la Salud. Así lo advirtió la asesora regional de inmunización de la entidad, Lúcia Helena de Oliveira, durante la 20.ª Jornada Nacional de Inmunización en Río de Janeiro.
Oliveira subrayó que Venezuela, de donde procedía la cepa de sarampión identificada en Brasil, perdió su certificado de eliminación en junio de este año.
El criterio adoptado por Opas para determinar la existencia de un contagio sostenido es que el foco de la enfermedad se mantenga durante un período superior a 12 meses. Las autoridades sanitarias brasileñas están trabajando contrarreloj, ya que los primeros casos de sarampión en el norte del país se identificaron a principios de 2018.
“Sabemos que los casos en Brasil son importados, desafortunadamente, debido a las condiciones de salud en las que vive Venezuela. Pero solo estamos teniendo casos de sarampión en Brasil porque no teníamos una cobertura vacunal. Si lo hubiéramos hecho, estos casos habrían llegado aquí y no habrían producido ningún tipo de brote”, dijo el asesor de Opas.
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