La capitana de corbeta de la Armada brasileña Márcia Andrade Braga ganó el premio de Defensora Militar de la Igualdad de Género de las Naciones Unidas. El casco azul ha servido en la Misión de ONU en la República Centroafricana (Minusca) desde 2018.
El homenaje, creado en 2016, reconoce la dedicación y los esfuerzos individuales de un soldado de paz para “promover los principios de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidadas”.
La brasileña recibirá el premio el viernes (29) de manos del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la Reunión Ministerial sobre el Mantenimiento de la Paz, que tendrá lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Orgullo
Márcia Braga fue maestra y también ayudó a capacitar y concienciar a sus colegas sobre la dinámica de género en la operación de paz. Braga declaró que se sintió muy orgullosa de haber ganado el premio y señaló que “las misiones de la ONU necesitan más mujeres para mantener la paz, y para que las mujeres locales puedan hablar más libremente sobre temas que afectan sus vidas”.
Jean-Pierre Lacroix, subsecretario general del Departamento de Operaciones de Paz de las Naciones Unidas, dijo que la oficial brasileña "es un excelente ejemplo" de por qué la ONU necesita más mujeres en el mantenimiento de la paz.
Lacroix señala que esta tarea “se desarrolla de manera más eficaz cuando las mujeres desempeñan papeles importantes y cuando las mujeres de las comunidades anfitrionas están directamente involucradas”.
Necesidades y logros
Como asesora militar en cuestiones de género en Minusca, la capitana ayudó a crear una red de consejeros en cuestiones de género y a capacitar a puntos focales entre las unidades militares. También promovió el uso de equipos mixtos de hombres y mujeres para realizar patrullas en el país que “recabaron informaciones para ayudar a comprender las necesidades únicas de protección” de personas de todos los géneros.
Los beneficiarios ayudaron a desarrollar proyectos dirigidos a las comunidades vulnerables, incluyendo la instalación de bombas de agua cerca de las aldeas, la iluminación con energía solar y el desarrollo de huertas comunitarios. Uno de los objetivos era evitar que las mujeres tuvieran que viajar largas distancias para cuidar las plantaciones.
De acuerdo con la ONU, Márcia Braga ha sido “una fuerza impulsora de la asociación entre líderes de la misión y líderes locales, asegurando que la voz de las mujeres centroafricanas sea escuchada en el proceso de paz en curso”.
*Con informaciones de UNU News
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