El canciller brasileño Ernesto Araújo dijo el miércoles (20) que, al renunciar al trato especial y diferenciado que la Organización Mundial del Comercio (OMC) dispensa a los países en desarrollo, Brasil ya no ocupará la posición de “país en eterno desarrollo”.
“Se trata de asumir nuestra condición de país grande, lo que nos coloca en el centro de la toma de decisiones en la OMC”, declaró el canciller mientras hacía un balance del reciente viaje del presidente Bolsonaro a Estados Unidos. El gobierno, agregó, aún no ha decidido si la decisión afectará los acuerdos existentes o sólo los que se firmen de ahora en adelante.
La desición de renunciar al trato especial de la OMC a cambio del apoyo de EE.UU. para unirse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se tomó durante una reunión entre Bolsonaro y el presidente estadounidense Donald Trump celebrada el último martes (19) en la Casa Blanca.
“La adhesión a la OCDE es crucial, ya que es un instrumento para ayudar a impulsar las reformas que se discuten en Brasil y llevar al país a un nivel de confiabilidad que le permitirá reducir el costo país y atraer inversiones”, dijo Araújo.
OCDE
La OCDE reúne a los países más industrializados del mundo y establece directrices económicas y jurídicas para sus países miembros. De acuerdo con un comunicado conjunto de los dos presidentes, divulgada por la cancillería brasileña, Trump elogió los esfuerzos de Brasil en el campo de las reformas económicas, mejores prácticas y marcos regulatorios en línea con los estándares de la OCDE. El mandatario estadounidense manifestó además su apoyo para que Brasil inicie el proceso de adhesión.
A cambio, el presidente de EE.UU. pidió a Brasil que renunciara a su estatus especial en la OMC. “De manera proporcional a su estatus de líder mundial, el presidente Bolsonaro acordó que Brasil empiece a renunciar al trato especial y diferenciado en las negociaciones de la OMC, en línea con la propuesta de EE.UU.”, dice la declaración conjunta.
Visados
Acerca de la decisión de eximir de visado a los ciudadanos canadienses, australianos, japoneses y estadounidenses que visiten a Brasil, Araújo argumentó que esos países son importantes emisores de turistas, lo que podría generar un impacto positivo para Brasil. “Es una vieja aspiración del sector de turismo. Son turistas de países prósperos, que se gastan mucho dinero”.
La exención de visado será válida para las personas que viajan a Brasil con fines turísticos, de negocios o tránsito, así como para realizar actividades artísticas y deportivas. Las nuevas reglas se aplicarán a quienes permanezcan en el país por hasta 90 días, y el permiso puede extenderse por hasta 90 días, siempre y cuando no supere 180 días en 12 meses. La medida entrará en vigor el 17 de junio.
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