El ministro de Infraestructura, Tarcisio Gomes de Freitas, dijo el miércoles (3) que la intención del gobierno brasileño es entregar a la iniciativa privada la mayor cantidad posible de activos de la Unión. Freitas defendió la concesión de bienes federales al sector privado, con el argumento de que no hay espacio en el presupuesto para las inversiones necesarias en infraestructura.
De acuerdo con el ministro, de los US$ 14.500 millones previstos en contratos del Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes, el gobierno dispone de apenas U$S 2,08 mil millones, de los cuales US$ 1,56 mil millones están previstos para inversiones y U$$ 520 millones bloqueados para el pago de intereses de la deuda pública.
“Tenemos hoy un problema fiscal muy grande y eso podría ser la gran dificultad para la provisión de la infraestructura: la falta de recursos. Estamos trabajando con presupuestos que son muy inferiores a nuestras necesidades”, dijo el ministro durante una audiencia pública en la Cámara de Diputados.
Según él, hay necesidad de transferir activos por falta de disponibilidad de financiamiento. “En nuestro concepto, debemos transferir a la iniciativa privada lo ella pueda gestionar.”
Subastas
Freitas habló también sobre las subastas de aeropuertos, terminales portuarias y de la Ferrovía Norte-Sur, que tuvieron lugar en marzo. El ministro recordó que sucederá el próximo viernes (5) la subasta de concesión de seis terminales portuarias en el estado de Pará. La expectativa del gobierno es que, con vocación para el transporte de combustibles, reciban inversiones de US$ 112 millones.
Al hablar sobre las nuevas concesiones, Freitas dijo que Brasil no vende activos, sino “credibilidad” y que la cartera trabaja para acertar en la definición del modelo de contratación y así evitar incumplimiento de cláusulas contractuales y suspensión de inversiones.
Según el ministro, los extranjeros quieren invertir en el país, pero esperan un ambiente de negocios regulado y que propicie seguridad jurídica. Esto es porque “el gran miedo y lo que viene alejando al inversor extranjero es el riesgo de la insolvencia. Él tiene miedo a perder capital”, dijo.
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