La Convención Marco para el Control del Tabaco, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Brasil es signatario, contribuyó a acelerar la reducción del número de fumadores en el país, que ya venía sucediendo en años anteriores. La afirmación es de la secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional para la implementación de la Convención, la médica Tânia Cavalcante, del Instituto Nacional del Cáncer. La convención es el primer tratado internacional de salud pública con el objetivo de contener la epidemia global del tabaquismo.
De acuerdo con la Encuesta de Vigilancia de Factores de Riesgo y Protección de Enfermedades Crónicas, la prevalencia de fumadores en Brasil fue de apenas 10,1% en 2017, mientras que alcanzó el 15,7% en 2006.
“Brasil es uno de los países que tuvieron una caída más significativa en la prevalencia de fumadores. Los últimos datos, de 2017, muestran que la proporción de fumadores en Brasil era del 10% en la población superior a 18 años, lo que equivale a 15 o 16 millones de personas”, afirmó Tânia en una entrevista con Agência Brasil en el Día Mundial sin Tabaco, celebrado hoy (31). Según ella, ese es un número significativo, con gran impacto en el sistema de salud.
Conjunto de medidas
La convención abarca un conjunto de leyes, como aumento de impuestos, restricción de ventas de cigarrillos a menores, prohibición de propaganda de cigarrillos y campañas educativas de advertencia en los envases del producto. El tratado fue ratificado por el Congreso brasileño y promulgado por la Presidencia de la República en 2005.
“Entre 1989, cuando tuvimos el primer estudio, y 2008, pronto después de que Brasil ratificó la convención promulgada en 2005, la caída en la prevalencia de fumadores fue del 46%. En el intervalo entre 2008 y 2013, ese índice fue del 20%. En cinco años, tuvimos una caída que fue casi la mitad de lo que se alcanzó en los 20 años anteriores, cuando no teníamos la convención, sino algunas acciones que ya venían colaborando para reducir el tabaquismo”, dijo la médica.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, el 80% de los fumadores comienza a fumar antes de los 18 años. Para Tânia, la iniciación también sufrió impacto con la reducción del tabaquismo en Brasil. En 2009, el 24% de los niños y adolescentes experimentaban cigarrillos, mientras que en 2015 eran el 19%. “Todavía es un número alto, aunque es mucho más bajo que en otros países”, agregó.
La coordinadora dijo que la decisión del gobierno de aumentar los impuestos sobre el cigarrillo influenció el consumo de la población de ingresos más bajos y de los más jóvenes. “Aquí en Brasil se comprueba lo que las investigaciones del Banco Mundial ya mostraban: que esa es una de las medidas más efectivas para reducir el tabaquismo, especialmente entre los jóvenes, en la prevención de la iniciación y en las poblaciones con menores ingresos y escolaridad. La convención agrega valores a lo que ya venía siendo hecho en Brasil desde mediados de la década de 1990”, observó.
Acción conjunta
Según la secretaria, la Comisión Nacional para la implementación de la Convención tiene integrantes de varios órganos de 18 sectores del gobierno, incluyendo la Abogacía General de la Unión (AGU), que el pasado día 21 interpuso ante la Justicia del estado de Río Grande del Sur una demanda de resarcimiento, por parte de las empresas productoras de tabaco, del gasto público en el tratamiento de enfermedades causadas por el tabaquismo. La acción es consecuencia del cumplimiento del Artículo 19 de la Convención, que trata de la responsabilidad civil por los daños. La Secretaría de Ingresos Federales también tiene asiento en la convención para tratar las cuestiones tributarias.
La médica recordó que Brasil ratificó el protocolo relacionado al artículo 15 del tratado, que se refiere a la eliminación del mercado ilegal de cigarrillos. “Este protocolo ya tiene la adhesión de más de 50 países, y la cooperación internacional es el eje más importante, porque hoy lo que está por detrás del comercio ilegal es el crimen organizado, la corrupción y el lavado de dinero. Entonces, es necesario que haya cooperación de los órganos que tienen el poder sobre el tema, que pasa a ser de seguridad pública, pero también de salud pública. El cigarrillo contrabandeado es tema de salud pública porque facilita la iniciación del tabaquismo de niños y adolescentes, pues es mucho más barato.”
De acuerdo con la encuesta colaborativa, coordinada por el Departamento de Evaluación de Tecnologías en Salud y Economía de la Salud, vinculado al Instituto de Educación y Ciencias en Salud, 428 personas mueren por día en Brasil como consecuencia del tabaquismo. Cerca del 12,6% de todas las muertes que ocurren en el país pueden atribuirse al consumo de cigarrillos. Las muertes por enfermedades cardíacas responden por la mayor parte de ellas: casi 35 mil. Los datos son de 2015 y se refieren a personas mayores de 35 años.
Gastos
La encuesta mostró también que los gastos médicos y la pérdida de productividad atribuidos al tabaquismo alcanzan R$ 56,9 mil millones anuales, de los cuales R$ 39,4 mil millones son costos médicos directos, el equivalente al 8% de todo el gasto con salud y a R$ 17,5 mil millones en costos indirectos, en razón de la muerte prematura y de la incapacidad.
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