La tasa de homicidios en Brasil aumentó 4,2% entre 2016 y 2017, estableciendo un récord con 31,6 muertes por cada 100 mil personas, según cifras del Atlas de la Violencia 2019, publicado este miércoles (5) por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) y el Foro Brasileño de Seguridad Pública. En cifras absolutas, los asesinatos ascendieron a 65.602 en 2017, un 4,9% más que en 2016.
El indicador fue impulsado por el crecimiento de los delitos cometidos en el Norte y el Nordeste, donde la tasa superó los 45 asesinatos por cada 100 mil personas.
El presidente de Ipea, Carlos Von Doellinger, dijo que el estudio muestra tendencias alarmantes sobre la violencia en Brasil. Como economista, señaló que la violencia también eleva los costos de producción del país, y exige un gasto público y privado que representó el 5,9% del Producto Interno Bruto en 2016.
"Esto es impresionante y muestra la carga que tenemos que soportar", argumentó Doelling, agregando que, además de discutir sobre los impuestos y la burocracia en la producción, hay que tomar en cuenta la violencia. "Es el lado más cruel del asunto", señaló.
Norte y Nordeste
El estudio nombra las disputas entre organizaciones criminales con sede en el Sureste como uno de los posibles factores detrás del aumento de la violencia en el Norte y el Nordeste. Dos importantes organizaciones delictivas de Río y São Paulo se disputan el control de los mercados locales de venta al por menor de sustancias ilícitas en el Norte y el Nordeste, bien como de las rutas del narcotráfico.
Samira Bueno, directora ejecutiva del Foro Brasileño de Seguridad Pública, dijo que Brasil está geográficamente enclavado entre los países productores de cocaína –Colombia, Perú y Bolivia– y los mercados de África y Europa. Con el fin de obtener el control de esta ruta, las bandas criminales del Sureste forjan vínculos con las bandas del Norte y del Nordeste.
"Esto también se ve en los esfuerzos para fortalecer las bandas locales. Comienzan a asociarse con las bandas locales porque conocen las rutas”.
En el período comparado, cinco de los 27 estados vieron una reducción en el índice de homicidios y 12 experimentaron un aumento; en siete de ellos, el aumento superó el 10%.
El documento menciona dos movimientos distintos: una reducción en la tasa de homicidios en estados como São Paulo, Paraná y Minas Gerais, y un aumento en las regiones norte y nordeste, principalmente en el estado de Ceará, donde la tasa aumentó el 48,2% en el período cubierto por el estudio. El estado reportó 5.433 homicidios en 2017, mientras que en São Paulo la cifra se redujo a 4.631.
Jóvenes
La población joven (15-29 años) fue la principal víctima de homicidios en Brasil: 35.783 muertos en 2017, el 94,4% de ellos varones. Cerca de 70 jóvenes fueron asesinados por cada 100 mil personas.
En nueve estados, la tasa supera las 100 muertes por cada 100 mil personas: Río Grande del Norte (152,3), Ceará (140,2), Pernambuco (133), Alagoas (128,6), Acre (126,3), Sergipe (125,5), Bahia (119,8), Pará (105,3) y Amapá (100,2).
También se reportó que Ceará presentó el mayor crecimiento en la tasa de letalidad entre los jóvenes, con un aumento del 60%.
Los asesinatos fueron la causa del 51,8% de las muertes en el grupo de edad de 15 a 19 años. Entre los 20 y los 24 años, el indicador alcanza el 49,4%, y entre los 25 y los 29, el 38,6%.
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