El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública dijo en un comunicado que fue informado por la Policía Federal (PF) de que los teléfonos celulares utilizados por el presidente fueron intervenidos por el grupo de hackers del cual forman parte los cuatro sospechosos detenidos el martes (23). Según el ministerio, el hecho está siendo abordado como un asunto de seguridad nacional y Bolsonaro fue reportado inmediatamente.
El martes, el PF lanzó la llamada Operación Spoofing, que investiga la sospecha de delitos cibernéticos. Se cumplieron cuatro órdenes de detención temporal y siete de registro y allanamiento autorizadas por el juez Vallisney de Souza Oliveira, titular del 10.º Juzgado Federal de Brasilia, quien afirma haber, en las informaciones iniciales presentadas por la Policía Federal, “fuertes indicios de que los sospechosos forman parte de una organización delictiva”.
La acción policial resultó en la detención de Danilo Cristiano Marques, Gustavo Henrique Elias Santos, Suelen Priscila de Oliveira y Walter Delgatti Neto. Al solicitar la detención de los cuatro sospechosos, la PF presentó “indicios de posibles crímenes” que los cuatro habrían cometido juntos para “violar el secreto telefónico de varias autoridades públicas brasileñas a través de la invasión de la aplicación de mensajería instantánea Telegram”.
Al autorizar la operación policial y el levantamiento del secreto bancario y de comunicaciones, bien como el bloqueo de bienes de los sospechosos, el magistrado dijo que las detenciones por el plazo de cinco días son esenciales para obtener pruebas.
Ayer (24), la Policía Federal informó a la prensa que al menos 1.000 números de teléfono diferentes podrían haber sido atacados por sospechosos de haber pirateado la aplicación de mensajería de telegramas del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, y otras autoridades, incluido el ministro de Economía, Paulo Guedes.
“Al parecer, mil números de teléfono diferentes fueron intervenidos con el mismo modus operandi de esa banda. Existe la posibilidad de que haya un gran número de víctimas de este mismo tipo de ataque”, dijo João Vianey Xavier Filho, coordinador general de inteligencia de la PF, quien explicó que los números de teléfono presuntamente intervenidos aún serán identificados para que los investigadores puedan determinar el alcance exacto de los ataques.
Hoy mismo la PF le solicitará al presidente de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) una reunión para buscar formas de remediar las debilidades encontradas en la investigación.
De acuerdo con la PF, la investigación se ha llevado a cabo desde abril, cuando los fiscales del Grupo de Trabajo de Lava Jato comenzaron a reportar que algunas llamadas recibidas en sus dispositivos provenían del mismo número. En junio, Moro y otras autoridades informaron de un hecho similar.
Parte de las conversaciones que el ministro Sergio Moro mantuvo con fiscales cuando aún era juez del 13.º Juzgado Federal de Curitiba, responsable de la Operación Autolavado en primera instancia, fueron transmitidas al sitio de noticias The Intercept Brasil, que decidió hacer pública la información que considera de interés público. Según el sitio web, los archivos fueron entregados a los periodistas del medio por una fuente anónima. La Constitución brasileña garantiza a los periodistas el derecho a no revelar sus fuentes.
Ayer, poco antes de que su cliente Gustavo Henrique Elías Santos testificara en Brasilia, el abogado Ariovaldo Moreira reveló a periodistas que Santos confirmó haber recibido de Walter Delgatti Neto, a través de redes sociales, imágenes de un supuesto mensaje enviado por el entonces juez federal Sergio Moro a otras autoridades públicas.
“De acuerdo con Gustavo, Walter le mostró algunas intercepciones de una autoridad hace algún tiempo. Esta autoridad era el actual ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro. Sin embargo, Gustavo negó estar involucrado en la interceptación de esos mensajes. Y hasta le advirtió a Walter que eso le causaría problemas”, dijo, agregando que Gustavo no recuerda la fecha exacta en que Walter le envió una copia de los mensajes.
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