En un evento que marcó el paso de 200 días de su gobierno, el presidente brasileño Jair Bolsonaro firmó el jueves (18) el decreto que crea el consejo que acompañará la adhesión de Brasil a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El colegiado será responsable de aprobar la estrategia de preparación, seguimiento y adhesión de Brasil al organismo, además de la política de comunicación del proceso.
El Consejo estará integrado por el ministro de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, quien será el coordinador, y los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo; de Economía, Paulo Guedes; y de la Secretaría General de la Presidencia, el general Eduardo Ramos.
Disputa
Con el apoyo formal de los Estados Unidos, Brasil se convirtió en un fuerte candidato para convertirse en miembro de pleno derecho de la organización. Además de Brasil, son candidatos: Argentina, Rumania, Croacia, Hungría y Bulgaria. De estos, Brasil es el que está más avanzado en la disputa y asume el liderazgo con facilidad sobre los demás tras haber adoptado cerca del 30% de los instrumentos requeridos por la OCDE.
Para convertirse en miembro de pleno derecho de la institución, Brasil también dependerá de la aprobación de los siguientes países europeos: Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza, Alemania, España, Finlandia, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania. Fuera de Europa, además de Estados Unidos, Brasil necesitará el apoyo de Australia, Canadá, Japón, Israel, Corea del Sur, México, Chile y Nueva Zelanda.
El tiempo necesario para que un país se adhiera a la OCDE es de 2 a 3 años. Durante este período, el país candidato deberá adaptar toda su legislación a las normas de los países miembros de la OCDE. "Desde la transición, hemos estado trabajando en el patrón de gobernanza de la OCDE", dijo el Lorenzoni en su discurso sobre los 200 días de gobierno.
La entrada de un país en el grupo de países de la OCDE aporta beneficios en muchos sectores, especialmente en la atracción de inversiones. Los grupos económicos y financieros suelen dar prioridad a los países miembros de la OCDE porque ya han adaptado sus reglas económicas a las normas de competitividad e innovación tecnológica de los países altamente industrializados.
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