El vicepresidente de Brasil, el general retirado del ejército Hamilton Mourão, abogó este lunes (30) por una mayor integración entre los países sudamericanos en la lucha contra el tráfico de drogas y armas.
"Necesitamos una integración firme para combatir el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas relacionadas, como el contrabando de armas y el contrabando en general", dijo Mourão durante un evento organizado por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y la Policía Federal.
Producción de cocaína
Mourão señaló que la lucha contra la criminalidad ha sido una de las prioridades del gobierno, junto con la recuperación de la economía, que también depende de un entorno seguro. "Todo este asunto de reanudar el crecimiento está estrechamente relacionado con la seguridad pública."
Al hablar de países vecinos, el vicepresidente mencionó la producción de cocaína. "Nos preocupa la gran producción de cocaína en los países vecinos, desde la siembra de hojas de coca hasta su transformación en cocaína, que, como todos sabemos, llega a los principales mercados de consumo de nuestro país, y se consume en parte aquí, donde parte de ella se convierte en su peor subproducto, el crack”.
Niños en el crimen
Mourão también abogó por cambios en el derecho penal brasileño. "Nuestras leyes son indulgentes. Fíjense en la progresión de régimen. Un joven mata a alguien y, cinco años después, ya está en la calle. Es lo que llamamos régimen semiabierto, o siempre abierto", bromeó.
Criticó además la forma en que se castiga a los delincuentes menores de edad. “Es algo que se debe discutir sin pasión ideológica, ya que las grandes organizaciones criminales utilizan los menores como masa de maniobra”, dijo.
El vicepresidente también subrayó la necesidad de renovar el sistema penitenciario del país, al señalar que no debe ser "ni una mazmorra ni un campamento de vaciones, sino más bien un lugar para reeducar”.
Más inversión social
El Estado brasileño, agregó, necesita invertir más en aspectos sociales y valorar su fuerza policial. "Tenemos que buscar soluciones al problema en las favelas, donde hay que tener calles y casas numeradas. Hay que tener suministro eléctrico adecuado en lugar de conexiones clandestinas, agua potable, alcantarillado, escuelas a tiempo completo. Este no es un discurso de campaña”, resaltó el vicepresidente.
Con sus problemas sociales sin resolver, Brasil continuará "arando en el desierto” en lo que se refiere a la seguridad pública, argumentó Mourão. "El crimen será constantemente reabastecido por el descontento de las personas con la situación en la que viven", agregó.
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