El 13º Anuario Brasileño de Seguridad Pública, publicado el martes (10), registró un récord de violencia sexual en el país. Fueron 66 mil víctimas de violación en Brasil en 2018, el más alto número desde que se inició el estudio, en 2007. La mayoría de las víctimas (53,8%) eran niñas de hasta 13 años.
Las estadísticas provenientes de las secretarías de Seguridad Pública de todos los estados y del Distrito Federal muestran que cuatro niñas de hasta 13 años son violadas por hora en el país. En promedio, hay 180 violaciones por día, un 4,1% más que en 2017.
Según Cristina Neme, investigadora del Foro Brasileño de Seguridad Pública, “el perfil del agresor es el de una persona muy cercana a la víctima, a menudo un miembro de su familia”, como padre, abuelo y padrastro, lo que también se identificó en otras ediciones del anuario. El foro es el organismo responsable de publicarlo.
La recurrencia del perfil, dice Neme, indica que “hay algo estructural en este fenómeno”. Ella estima que el cambio de comportamiento dependerá de las campañas de educación sexual, y que el daño requiere más asistencia y atención integral a las víctimas y sus familias.
De cada diez violaciones, ocho ocurren contra niñas y mujeres, y dos contra niños y hombres. La mayoría de las mujeres violadas (50,9%) son negras.
Feminicidio
Además del aumento de la violencia sexual, el anuario informa que crecieron los homicidios contra mujeres por motivos de género, el llamado feminicidio.
En 2018, 1.206 mujeres fueron víctimas de feminicidio, un 4% más que el año anterior. De cada diez mujeres asesinadas, seis eran negras. El rango de edad de las víctimas está más diluido: el 28,2% tiene entre 20 y 29 años; el 29,8% tiene entre 30 y 39 años; y el 18,5% entre 40 y 49 años. Nueve de cada diez asesinos de mujeres son sus compañeros o excompañeros.
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