Brasil y Qatar firmaron el lunes (28) un acuerdo para eximir de visas de entrada, recíprocamente, a turistas, personas en tránsito o en viajes de negocios. Este es uno de los seis acuerdos firmados durante la visita del presidente Jair Bolsonaro al país. El mandatario fue recibido en Doha por el emir jeque de Qatar, Tamin Bin Hamad Al Thani, en el Palacio Real, donde cerraron acuerdos de cooperación en áreas como defensa, salud y servicios aéreos.
Los dos países también tienen la intención de concertar la operación de servicios aéreos entre sus territorios. Además, con base en la experiencia brasileña como sede del Mundial de fútbol de 2014, Brasil cooperará con Qatar para organizar importantes eventos deportivos. Qatar será el anfitrión de la competencia en 2022.
También se firmó un acuerdo de cooperación entre las academias diplomáticas de los dos países, incluso para el intercambio de estudiantes diplomáticos. En Brasil, la institución responsable de la formación de diplomáticos es el Instituto Rio Branco. Respecto a servicios de salud, las naciones se comprometieron con intensificar la colaboración en sectores de interés mutuo.
En el área de defensa, se firmó un acuerdo de investigación y desarrollo, apoyo logístico, medicina militar y provisión de productos y servicios, además de intensificación del intercambio de conocimientos y experiencias sobre la organización y operaciones de las Fuerzas Armadas, incluidas las operaciones de mantenimiento de la paz. Brasil ya ha participado en más de 50 operaciones y misiones de paz de la ONU.
Qatar fue el penúltimo país visitado por el presidente Bolsonaro, quien estuvo en Japón, China y los Emiratos Árabes Unidos para divulgar las reformas económicas hechas por el gobierno y las oportunidades de negocios en Brasil. Luego de un encuentro con autoridades, el presidente asistió a un seminario empresarial.
Todavía el lunes, la comitiva presidencial se dirigió a Riad, Arabia Saudita, donde fue recibida por el príncipe heredero del país, Mohammed bin Salman. En el Medio Oriente, el objetivo de Bolsonaro y sus ministros es atraer inversores, especialmente a los proyectos de concesiones y privatizaciones. Los países de la región poseen grandes fondos soberanos y buscan oportunidades en países emergentes.
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