La mayor subasta realizada en la industria petrolera de Brasil, la Ronda de Licitaciones de Excedentes de Petróleo (excedente del volumen de petróleo y gas que el Estado cedió a Petrobras) rindió US$ 17.400 millones en bonos de firma esta mañana (6 de noviembre), contra los US$ 26.590 millones previstos.
Aunque dos de los cuatro bloques no recibieron ninguna oferta de las 14 empresas habilitadas, la subasta de hoy registró la mayor recaudación de bonos de firma en la historia de las subastas realizadas por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP).
El bloque de Búzios, en Río de Janeiro, el más grande en subasta, fue adjudicado por US$ 17.000 millones en bonos de firma por el consorcio conformado por Petrobras y las estatales chinas CNODC y CNOOC. Petrobras había expresado su preferencia por el bloque y tenía el 90% de las acciones del consorcio, mientras que las dos empresas chinas controlaban el 5% cada una.
En el régimen de reparto, en el que el Estado es el propietario del petróleo, las ofertas se evalúan de acuerdo con el porcentaje de excedentes de petróleo ofrecido al gobierno. Esto significa que las empresas acuerdan dividir con el Estado brasileño una parte del petróleo extraído, y este porcentaje sólo se calcula después de deducir los costos de operación y las regalías. En el caso del bloque de Búzios, se requirió un mínimo de 23,24%, que fue ofrecido por el consorcio ganador.
Petrobras también se adjudicó el bloque de Itaipu, por el cual también había expresado su preferencia. En este caso, Petrobras no formó un consorcio y ofreció US$ 439,5 millones en bonos de firma. El porcentaje de excedentes de petróleo se situó en el mínimo del 18,15%.
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