El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) promueve hoy (27) una sesión en la Asamblea Legislativa de São Paulo para conmemorar los 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño. La agencia ha producido un informe que reconoce la mejora de Brasil, a lo largo de los años, en índices como la reducción de la mortalidad, del trabajo infantil y de la exclusión escolar. Las acciones de mitigación articuladas por los gobiernos federal y de los estados han generado efectos en todo el país.
Según la Unicef, entre 1990 y 2017 hubo una reducción histórica en el total de muertes de niños menores de un año: de 47,1 a 13,4 por cada mil nacidos vivos. Sin embargo, la caída en las tasas de cobertura de vacunas, advierte la institución, viene abriendo puertas a la entrada de enfermedades que hasta hace poco se consideraban erradicadas, como el sarampión. “En 2016, la mortalidad infantil aumentó por primera vez en más de 20 años y aún no ha regresado a los niveles de 2015, lo que es una señal de atención. En total, 42 mil niños menores de 5 años mueren cada año en Brasil”, dice el fondo de la ONU en el informe.
Índice de violencia
La alta incidencia de homicidios de adolescentes es otro punto abordado en el documento. La Unicef señala que, entre 1990 y 2007, el total de casos de esta naturaleza se duplicó con creces.
“De 1996 a 2017, fueron 191 mil niños y adolescentes de 10 a 19 años víctimas de homicidio”, informan los autores del informe, quienes agregan que un promedio de 32 niñas y niños en este grupo de edad son asesinados cada día.
En los municipios de São Paulo, por ejemplo, fueron asesinados 8.200 niños y jóvenes de este grupo de edad en la década terminada en 2017. La tasa alcanzó los 9,7 homicidios por cada 100 mil habitantes hace dos años. Se estima que más de 1 millón de menores de edad viven en zonas afectadas por la violencia armada en la ciudad de São Paulo.
Aula
Otro aspecto que se muestra en el informe es el acceso de niños y adolescentes a la educación. Según la Unicef, el país ha hecho progresos considerables en esta área.
“En 1990, casi el 20% de los niños de 7 a 14 años (edad obligatoria en aquel entonces) no estaban escolarizados. En 2009, la educación obligatoria se amplió para la franja de 4 a 17 años, y en 2017 había un 4,7% de niños y adolescentes fuera de la escuela.”
Los expertos de Unicef dicen que, si bien la tasa de exclusión escolar ha disminuido significativamente, el país aún no ha logrado la educación para todos, ya que casi 2 millones de niñas y niños no van a la escuela.
Inmigrantes y salud mental
Otro punto que debería formar parte de la agenda de las autoridades interesadas en garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, según el Fondo, es la acogida de refugiados. De los aproximadamente 200 mil venezolanos que ingresaron al país en julio, el 30% eran menores de edad.
El tema del suicidio también aparece en el informe de Unicef como uno de los asuntos contemporáneos que requieren atención. “En los últimos 10 años, los suicidios de niños y adolescentes han aumentado en Brasil. Subieron de 714 en 2007 a 1.047 en 2017.”
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