El aumento en el número de estudiantes en las escuelas de todo Brasil puede haber contribuido para la nota del país en el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), responsable de la evaluación. Según Camila Lima de Moraes, especialista en educación, mantener el desempeño en el panorama actual, marcado por la expansión de oportunidades, es un logro notable.
"En 2003, [Brasil] incluyó a estudiantes que ya habrían dejado la escuela. Esos estudiantes tienden a mostrar un desempeño más bajo y disminuyen la nota media [del país en el PISA]. Un escenario en el que el país logra mantener el mismo nivel es una victoria", argumentó de Moraes.
El PISA, que se realiza cada tres años, es reconocido en todo el mundo. El año pasado, 600.000 estudiantes de 15 años procedentes de 79 países y regiones realizaron el examen. En Brasil, unos 10,7 mil estudiantes de 638 escuelas tomaron el examen, que mide habilidades como lectura, matemáticas y ciencias.
Los resultados del año pasado, publicados el martes (3), muestran que Brasil ganó algunos puntos en comparación con 2015, pero mantiene su desempeño estancado desde 2009.
En la opinión de Moraes, que asistió a un seminario virtual con periodistas, el análisis del resultado debe tener en cuenta la inclusión y la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo. Según las cifras de Pisa, Brasil empezó a incluir más estudiantes en la escuela en el año 2000. De 2003 a 2012, el país garantizó la permanencia en la escuela de 500 mil estudiantes de 15 años.
"Podemos suponer que a los que iban a la escuela les iba mejor, y que los que no iban [tan bien] no iban a la escuela", señaló la especialista. "Esto puede ocultar posibles mejoras", agregó.
Los resultados muestran que Brasil se encuentra entre los países con el desempeño más bajo del mundo. Aquí, alrededor del 43% de los estudiantes están por debajo del nivel dos (de un total de 10 niveles), considerado por la OCDE como el nivel mínimo de competencia, tanto en lectura como en matemáticas y ciencias, los tres campos encuestados. Entre los países de la OCDE, el promedio es del 13,4% con este desempeño.
En lectura, Brasil se ubicó en el puesto 57 entre los 77 países y regiones con notas disponibles. En matemáticas, el país ocupó el puesto 70 y 64 en ciencias, junto con Perú y Argentina, en un ranking con 78 naciones. China y Singapur encabezaron la lista de las tres disciplinas.
Para Daniel Cara, coordinador general de la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación, la educación brasileña necesita inversiones para ofrecer una educación de calidad. "Brasil no ha sido capaz de hacer progresos, no ha hecho sus deberes, no ha invertido en los maestros. Nuestros estudiantes cuestan tres veces menos que en los países desarrollados. Las escuelas públicas brasileñas están tratando de hacer milagros", dijo.
Los resultados de Pisa, dijo Cara, no deben servir para atacar a las escuelas públicas, pero sí ser vistas como una advertencia sobre la necesidad de cumplir con la legislación vigente, incluyendo el Plan Nacional de Educación (PNE), que establece las metas que deben cumplirse en la educación en Brasil para el año 2024, y la llamada Ley del Piso, que establece un mínimo para el salario de los maestros de las escuelas públicas. Este año, ese mínimo fue ajustado a US$ 608,86 al mes.
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