El presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, afirmó que las pérdidas por corrupción en la gigante petrolera Petrobras han sido subestimadas. Mencionó un balance de 2014 en el cual Petrobras reconoció pérdidas por US$ 1.400 millones debido a pagos ilícitos detectados por investigaciones en el marco de la Operación Autolavado.
"Creo que esa estimación, por muy buenos que sean los criterios utilizados en su cálculo, no se corresponde con la realidad. Recuperamos cerca de US$ 1.000 millones solamente a través del grupo de trabajo de [la Operación] Autolavado en [la ciudad de] Curitiba", dijo durante la ceremonia de apertura de la VI Semana de Petrobras en Compliance, que comenzó el lunes (9), fecha en que las Naciones Unidas (ONU) celebran el Día Internacional contra la Corrupción. De los US$ 1.000 millones recuperados, señaló, US$ 180 millones entraron a las arcas de la empresa estatal este año.
Además de subestimar las pérdidas financieras, Castello Branco agregó que los cálculos realizados por la empresa no toman en cuenta las prácticas de mala gestión destinadas a ampliar el alcance de los esquemas de corrupción.
"Tenemos varios ejemplos: 3,61 mil millones malgastados con Comperj (Complejo Petroquímico del Estado de Río de Janeiro); Torre Pituba, un edificio en Bahía, donde se gastaron unos US$ 481 millones en la construcción de lo que yo llamo el templo de la corrupción, ya que sus dimensiones fueron sobreestimadas para satisfacer las necesidades de la compañía; y la Refinería Abreu de Lima, en Pernambuco, la más cara del mundo, que costó cerca de 4,81 mil millones y tiene la mitad de la capacidad para la que fue diseñada", declaró Castello.
Abogó por que la corrupción sea tratada como un crimen atroz debido a los daños que provoca a la sociedad y a la economía, y argumentó que el castigo debe ser riguroso, incluyendo tanto el encarcelamiento como sanciones pecuniarias elevadas.
Castello Branco subrayó además que los casos no deben ser olvidados, para que los errores puedan ser prevenidos en el futuro. "La corrupción deja un legado muy negativo para la próxima generación y tiende a erosionar los cimientos de una sociedad saludable", dijo.
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