La balanza comercial de Brasil arrojó em 2019 un superávit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) de US$ 46.000 millones, un resultado 20,5% inferior al del año pasado (US$ 58.000 millones). Fue el resultado más bajo desde 2015, cuando el saldo fue de U$S 19.500 millones.
Entre enero y noviembre de 2019, las exportaciones sumaron US$ 239.260 millones, lo que supone una caída del 7,5%, en el promedio diario en comparación con 2018. Las importaciones alcanzaron un total de US$ 177.34 mil millones, una disminución de 3,3% ante las compras internacionales en 2018.
El flujo comercial (suma de importaciones y exportaciones) ascendió a US$ 401.340 millones, lo que supone un aumento del 5,7% con respecto al año anterior.
Los datos se dieron a conocer el jueves (2) por la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Economía.
Factores
Los principales factores de la caída de las exportaciones, según el secretario de Comercio Exterior Lucas Ferraz, fueron la profundización de la crisis económica en Argentina, uno de los principales compradores de productos manufacturados brasileños, y la crisis porcina en China, que redujo la demanda de soja brasileña, que es uno de los principales productos de la canasta de exportaciones del país. Estos dos problemas sumados provocaron una reducción de las ventas brasileñas al exterior en cerca de US$ 12 mil millones.
Con la pérdida de casi la mitad de la cabaña porcina en 2019, a causa de la peste porcina, China deberá seguir reduciendo las importaciones de soja de Brasil, que sirve para alimentar a los animales producidos en el país asiático. "La mitad de la cabaña porcina de China se ha visto comprometida y no se está recuperando de la noche a la mañana, por lo que ese seguirá siendo un factor importante en 2020 y estimamos una menor demanda de soja", explicó Herlon Brandão, subsecretario de Inteligencia y Estadísticas de Comercio Exterior.
Tendencia mundial
Además de los factores económicos que afectaron la balanza comercial de Brasil, el comercio mundial en su conjunto también perdió fuerza, y creció un 1,2% en 2019, frente al 3,7% del año anterior (2018), el peor desempeño desde 2009, año marcado por la crisis económica y financiera internacional.
Según el Secretario de Comercio Exterior, se trata de una tendencia mundial, ya que el pico de crecimiento del comercio internacional se produjo en la década de 1990, cuando la globalización alcanzó su punto álgido y ahora tiende, desde un punto de vista más estructural, a estabilizarse.
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