La Embrapa Recursos Genéticos y Biotecnología, unidad de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), envió el viernes (10) a Noruega un cargamento con 3.438 muestras genéticas que formarán parte del mayor banco de semillas del mundo, ubicado en la ciudad de Longyearbyen, en el archipiélago ártico de Svalbard. Las muestras serán transportadas a Oslo, la capital de Noruega, y luego seguirán a la isla con un equipo del banco mundial de semillas, donde serán depositadas el próximo 25 de febrero.
Rosa Lía Barbieri, investigadora y supervisora de curadurías de germoplasma (material genético) de Embrapa, representará a Brasil y acompañará el depósito de las 11 cajas que contienen las muestras. Ella también asistirá a la reunión del panel internacional que valida y monitoriza la labor del banco noruego.
Embrapa seleccionó 3.037 tipos de semilla de arroz, 87 de maíz, 119 de cebolla, 132 de pimientas Capsicum y 63 tipos de Cucurbitaceae (calabazas, fresas, melones, pepinos, pepinillos o sandías), los cuales se mantendrán a una temperatura entre 18 y 20 grados centígrados. Esas semillas son representativas de diferentes poblaciones de la misma especie.
"[Esas semillas] representan un poco de la diversidad de la agricultura brasileña. Es un pedazo de Embrapa que estará ahí guardada y es una forma de garantizar que este material estará disponible para la población", dijo Barbiere en una entrevista con Agência Brasil.
Explicó que este material sólo podrá ser abierto por la propia Embrapa y es una especie de copia de seguridad para la conservación a largo plazo de las semillas, que ya están guardadas en otros bancos brasileños. Además de Brasil, al menos 30 países depositarán también sus semillas en Savalbard el próximo mes. La ceremonia contará con la presencia de la primera ministra noruega, Erna Solberg.
Arca de vegetales
El banco genético de Svalbard recibe y conserva semillas de bancos genéticos de todo el mundo para protegerlas de la extinción y garantizar la seguridad alimentaria de la población. En el caso de una catástrofe mundial, de ahí vendrían las muestras para recomenzar la agricultura. En el interior de la montaña helada se encuentran alrededor de 1 millón de semillas almacenadas y congeladas en cámaras de máxima seguridad, planificadas y construidas para resistir a desastres climáticos y explosiones nucleares. La capacidad total de almacenamiento es de 4,5 millones de muestras de semillas.
El clima glacial del Ártico garantiza bajas temperaturas incluso si hay un fallo en el suministro eléctrico en las cámaras, que están abiertas sólo tres días al año. Las bajas temperaturas y la humedad aseguran una baja actividad metabólica que conserva el poder de germinación de la semilla durante siglos.
Esta es la tercera vez que Brasil envía semillas a Svalbard. En 2014, la Embrapa envió 514 semillas de frijoles y en 2012, 264 de maíz y 541 de arroz. La iniciativa es resultado del acuerdo firmado entre Embrapa y el Real Ministerio de Agricultura y Alimentación de Noruega en 2008.
Banco brasileño
Para la investigadora Rosa Lía, la presencia de la Embrapa en el banco Svalbard da visibilidad internacional a Brasil. "Esta participación es estratégica para Brasil, que lidera el trabajo con los recursos genéticos en América Latina y debe mostrarlo al mundo", dijo.
Embrapa, en Brasilia, también tiene un banco genético con unas 130 mil muestras de semillas, además de microorganismos, semen y embriones animales, que constituyen el mayor banco de recursos genéticos de América Latina y el quinto del mundo. La colección sirve principalmente para conservar de material de los bancos activos de otras unidades de la empresa, en las que se realiza un trabajo de campo que consiste en probar e investigar las propiedades, manejar los recursos genéticos y multiplicar las muestras que se enviarán a bancos internacionales, investigadores y empresas solicitantes.
"Se trata de almacenar la riqueza y la biodiversidad de Brasil. Esa es una de las formas de asegurar que la sociedad brasileña tenga seguridad alimentaria en el futuro. Ahí es donde la agricultura, la ganadería y el sector forestal brasileño buscarán variabilidad genética, si es necesario, para combatir las plagas y enfermedades que podrían atacar a la agricultura brasileña", explicó el presidente de Embrapa, Celso Moretti.
En 1995, por ejemplo, los indígenas Krahô de Tocantins recurrieron al banco de Embrapa para recuperar semillas primitivas de maíz y maní, porque no se adaptaron al cultivo comercial de maíz híbrido y ya no tenían la variedad local.
Embrapa Recursos Genéticos y Biotecnología también cuenta con un sistema de información para consulta pública, el Alelo, que registra todo que se almacena en sus bancos genéticos.
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