La Universidad de São Paulo (USP) ha desarrollado un compuesto derivado del bagazo de la caña de azúcar que puede reemplazar al petróleo en la fabricación de plásticos. La investigación es llevada a cabo por el profesor Antonio Burtoloso, del Instituto de Química de São Carlos. “Construimos una molécula interesante, que es un poliol, ampliamente utilizado para fabricar algunos tipos de plásticos”, explicó el investigador.
Según Burtoloso, la sustancia es similar a la que se usa para fabricar plásticos como los de paneles de automóviles o algunos tipos de espuma dura. Sin embargo, para probar las posibilidades de uso práctico, el investigador está buscando asociaciones con la industria. “Es un trabajo todavía muy inicial, así que estoy tratando de establecer alianzas para la construcción de este tipo de material”, dijo.
La investigación busca alternativas al petróleo en la fabricación de plástico. “En lugar de construir moléculas a partir de fuentes de carbono, que no son renovables, como es el caso hoy, en el que casi el 100% proviene del petróleo, lo que hicimos fue utilizar otra fuente de carbono, que es la biomasa”, resume el investigador. Los resultados fueron publicados en la revista científica británica Green Chemistry.
La materia prima investigada en el estudio existe en abundancia en el país. Según datos de 2017 del Instituto de Economía Agrícola, citados por el profesor, Brasil generó alrededor de 166 millones de toneladas de bagazo de caña de azúcar en la cosecha 2015/16.
Todavía es necesario un largo período de desarrollo para que la molécula llegue al mercado en forma de materiales terminados. “No veo que algo así se convierta en un producto para el consumidor antes de cinco años”, estima Burtoloso.
Solo después de las pruebas industriales será posible determinar los costos para la producción a escala de materiales derivados de la nueva molécula o el tiempo para que estos elementos se descompongan cuando descartados. “Una vez que se demuestre que el material es interesante como sustituto de los plásticos actuales, habría que hacer todo el estudio de degradación”, explica el investigador.
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