Temiendo el avance del nuevo coronavirus, indígenas del norteño estado brasileño de Roraima están interrumpiendo el acceso de vehículos y de no indígenas a sus territorios. Según el Consejo Indígena de Roraima (CIR), al menos 25 comunidades ya han bloqueado el tráfico y han prohibido la entrada de personas ajenas. Como parte de las carreteras prohibidas conduce a otras comunidades, el número de aldeas que intentan aislarse puede ser mayor que las 241 registradas por la entidad.
Servidores públicos confirmaron la iniciativa indígena, pero garantizaron que los bloqueos de carreteras se han establecido cerca de las comunidades, en las vías cercanas, y que hasta la fecha no hay barreras registradas en las carreteras provinciales o federales.
Una de las comunidades que ha restringido el movimiento de personas es Morcego, ubicada en la Tierra Indígena Serra da Moça, en el área rural de Boa Vista, capital del estado. En un comunicado, los líderes comunitarios informaron que la prohibición es por tiempo indefinido y tiene como objetivo preservar la salud de los habitantes locales. Además de vetar la entrada de personas que no pertenecen al grupo, los indígenas han decidido restringir el movimiento de los propios residentes, prohibiéndoles dejar la comunidad si no es caso de emergencia y previamente notificado a los líderes de cada grupo.
El coordinador general del Consejo Indígena, Enock Taurepang, dijo que ya se han establecido bloqueos en comunidades de varias regiones, incluida la Tierra Indígena Raposa Serra do Sol, donde viven unas 26 mil personas de los grupos étnicos Wapichana, Patamona, Makuxi, Taurepang e Ingarikó. “Se debió a que las personas de las ciudades, principalmente de Boa Vista, estaban trasladándose al campo como para pasar vacaciones. A menudo, eran personas sin ninguna información, que no habían recibido la orientación necesaria, lo que nos preocupaba mucho.”
Recomendación de la OMS
También según Enock, cada comunidad está definiendo su propia estrategia para controlar el flujo de personas y así tratar de evitar que la enfermedad llegue a las áreas indígenas. La medida, según los indígenas, sigue las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los técnicos del Ministerio de Salud, que recomiendan el aislamiento horizontal, es decir, de la mayor cantidad de personas posible, independientemente de su edad o estado de salud, como la mejor forma de contener la propagación del virus.
La asociación Comunidade Waimiri Atroari, por ejemplo, decidió suspender durante 15 días el control del tráfico de vehículos que realiza durante las noches, con autorización judicial, en la carretera federal que atraviesa la reserva. En una nota publicada el pasado día 25, la organización explicó que la apertura de las cadenas tiene en cuenta la situación de la pandemia de covid-19. Sin embargo, “sigue prohibido el acceso de personas no autorizadas a las aldeas y puestos de inspección y apoyo ubicados en el territorio indígena”.
Tierras indígenas
En el extremo norte de Brasil, frontera con Venezuela y Guyana, Roraima tiene alrededor de 450 mil habitantes, de los cuales 50 mil se declararon indígenas en el Censo de 2010. También es uno de los estados con mayor concentración de tierras indígenas en el país: son 32, incluida la reserva Raposa Serra do Sol y la reserva Yanomami, que abarca el estado vecino de Amazonas.
Roraima tiene 16 casos confirmados de Covid-19: fueron 13 reportados en la capital Boa Vista y tres en la ciudad de Bonfim. Ningún caso en tierras indígenas, hasta ahora.
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