El ministro de Justicia y Seguridad Pública Sergio Moro renunció a su cargo tras 16 meses en el gobierno de Jair Bolsonaro. Al anunciar su decisión, Moro lamentó tener que reunir a periodistas y funcionarios en medio de la pandemia del nuevo coronavirus para anunciar su salida, pero dijo que era "inevitable".
En un discurso de 38 minutos, Moro dijo que influyó en su decisión el cese de Mauricio Valeixo, el director general de la Policía Federal (PF), al que él mismo había elegido para el cargo. La destitución, publicada este viernes (24) en un decreto oficial, está firmado electrónicamente por Bolsonaro y Moro, e informa que el propio Valeixo ha pedido dejar el mando de la corporación.
El ministro, sin embargo, aseveró que no firmó el decreto y que Valeixo no estaba considerando dejar el cargo. "No es verdad que Valeixo quería irse", dijo Moro, mostrando su rechazo a la sustitución del del director general "sin una razón razonable".
"El gran problema de ese reemplazo es que me quitaría la carta blanca que recebí al aceptar la invitación de unirme al gobierno. Habría interferencia en el PF, lo que socavaría no solo la credibilidad de la institución, sino también la mía y la del gobierno. Generaría una desorganización que, pese a todos los problemas de corrupción de los gobiernos anteriores, no existía en el pasado", dijo Moro.
Moro también señaló que le dijo al presidente que no tenía "ningún problema" en cambiar al director de la PF, siempre y cuando hubiese una razón justificada, com por ejemplo "un error grave" en el desempeño de su función. Sin embargo, apuntó Moro, Valeixo "hacía un buen trabajo".
El saliente ministro dijo que habló el jueves (23) con el presidente sobre la posibilidad de cambiar el mando de la PF y sobre los posibles impactos negativos de la decisión. "Le dije que esa decisión impactaría a todos, que sería negativa, pero para evitar una crisis [política] durante la pandemia, le sugerí reemplazar a Valeixo por alguien que representara la continuidad del trabajo", dijo Moro, que llegó a mencionar al actual director ejecutivo de la PF, Disney Rosseti.
Sin embargo, agregó Moro, el presidente tenía otras preferencias. "Me dijo que quería colocar [en la dirección general de la PF] una persona con quien tuviera contacto personal, a quien pudiera llamar, pedirle informaciones, informes de inteligencia. Ese no es el papel de la PF," dijo.
Repercusión
El jueves (23), tan pronto como surgió la primera información de que Bolsonaro estaba considerando reemplazar a Valeixo, la Asociación Nacional de Comisarías de la Policía Federal (ADPF) y la Federación Nacional de Comisaríos de la Policía Federal (Fenadepol) declararon en una nota conjunta que los cambios recurrentes al mando de la corporación afectan a su estabilidad y credibilidad.
"El problema no radica en quién ocupa el cargo, sino en la absoluta falta de previsibilidad e institucionalidad provocada por los cambios", declararon las entidades. "En los últimos tres años, la Policía Federal ha tenido tres directores generales diferentes. A cada cambio o mención de sustitución, se produce una crisis institucional que repercute en toda la sociedad que confía en la lucha contra contra la delincuencia organizada y la corrupción".
Después de confirmarse la renuncia de Valeixo, la Asociación Nacional de Expertos Criminales Federales (APCF) expresó su "sorpresa" y "preocupación". "Es preocupante que la rama ejecutiva del gobierno esté renunciando a su prerrogativa de cambiar el mando de la PF sin dar razones claras para ello. Se trata de un episodio que sienta un peligroso precedente y crea inestabilidad en la actividad de la agencia. La Policía Federal es una institución estatal y debe seguir, con autonomía y rigor científico, en su misión de combatir el crimen duala a quien le duela".
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