Un equipo multidisciplinario de la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (Poli-USP) ha diseñado un ventilador pulmonar de emergencia de bajo costo que puede ser utilizado para tratar a pacientes con Covid-19. Bautizado como Inspire, el prototipo tiene dos ventajas más: puede estar listo en menos de dos horas y está hecho de piezas que se pueden encontrar en el país.
Los respiradores disponibles en el mercado cuestan, en promedio, US$ 2.800, mientras que el valor de Inspire es de aproximadamente US$ 190. El modelo ha sido registrado con una licencia de código abierto, lo que significa que cualquier persona interesada puede fabricarlo, desde que obtenga la autorización del Organismo Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
El profesor Marcelo Knorich Zuffo, de Poli-USP, señala que el prototipo fue diseñado para ser utilizado "en una eventual condición catastrófica", causada por la falta de ventiladores pulmonares comerciales. "Se trata de un ventilador de emergencia", resaltó el académico, quien coordina el proyecto junto con el profesor Raúl González Lima, especialista en ingeniería biomédica, y trabaja con un equipo de 40 personas.
"Estamos hablando con las autoridades para hacer una delimitación muy clara sobre las circunstancias en las que este producto debe ser utilizado", agregó Zuffo.
El proyecto se encuentra actualmente en la fase de "integración y homologación", y el sistema de inspiración y expiración ya está siendo probado, explica Zuffo. El equipo está en contacto con el gobierno federal para tratar de establecer asociaciones que permitan producir el ventilador a mayor escala. La última reunión se celebró el pasado martes (31), con representantes del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones, el Ministerio de Salud y Anvisa.
Zuffo comenta que la iniciativa fue posible porque los miembros del equipo ya tenían conocimientos sobre el montaje de ventiladores pulmonares industriales. "Como disponíamos de estos conocimientos en la universidad, decidimos crear los medios para ponerlos a disposición de la sociedad". Dijo además que el equipo decidió movilizarse cuando se dio cuenta de la dramática situación en otros países. "Tenemos informes de que en Nueva York no hay ventiladores y que voluntarios se pasan agrietando la bomba del inhalador para que el paciente no se muera durante la noche".
El coordinador de la investigación recordó que el equipo se sorprendió por la cantidad de US$ 30.500 recaudada en una campaña creada para subvencionar al proyecto. El resultado superó las expectativas de los investigadores, que esperaban recaudar unos US$ 3,80 mil . "Esto demuestra que tenemos una sociedad extremadamente generosa, y estamos tratando de responder a esta generosidad de la manera más responsable y seria posible, a pesar de la gravedad de la situación", concluyó.
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