La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) redujo la perspectiva de la nota de la deuda pública brasileña, de “positiva” a “estable”. La decisión fue publicada el lunes (6) y se produce casi cuatro meses después de que la agencia indicara que podría aumentar el puntaje del país.
La perspectiva “estable” significa que la agencia no tiene la intención de cambiar la calificación del país en los próximos dos años. Actualmente, S&P califica a Brasil como BB – , es decir, tres niveles por debajo del grado de inversión, asegurando que el país no esté en riesgo de incumplimiento de la deuda pública.
En un comunicado, S&P citó tres factores para justificar la decisión. El primero fue la desaceleración o caída del Producto Interno Bruto (PIB) este año debido al empeoramiento de la crisis causada por la pandemia de coronavirus. El segundo es el aumento del gasto público para enfrentar la COVID-19 y evitar despidos masivos. Los gastos más altos aumentan la deuda pública.
La agencia, sin embargo, mencionó la tensión política como un agravante. Según el comunicado, hay un “aumento de la incertidumbre con respecto a la capacidad de avanzar en la agenda de reformas estructurales una vez que la pandemia se disipe, dado el continuo desacuerdo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo”.
Desde enero de 2018, S&P ha clasificado a Brasil tres niveles por debajo del grado de inversión, la misma calificación otorgada por Fitch, otra de las principales agencias de análisis de riesgo. Moody's clasifica al país dos niveles por debajo del grado de inversión.
El Ministerio de Economía informó que no hará comentarios sobre la disminución en la perspectiva de la nota brasileña por parte de S&P.
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