La planta Ruellia capotyra (“flor del bosque” en lengua tupí-guaraní) es la más reciente descubierta hecha por el equipo multidisciplinario de investigadores y estudiantes de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro (UFRRJ), en el Parque Natural Municipal de Curió, región metropolitana de Río. El equipo está coordinado por la profesora y taxónoma Denise Braz, del Departamento de Botánica de la institución. El descubrimiento de la planta fue confirmado por la revista científica Systematic Botany. Las nuevas especies solo son reconocidas después de su publicación en una revista científica especializada.
Desde 2007, Denise Braz y su equipo realizan trabajos de campo en el Parque do Curió, dedicándose al estudio de la flora local y centrándose en las plantas de la familia de las Acanthaceae que se dan allí. El primer hallazgo del grupo fue la especie Justicia paracambi. Nombrada en homenaje a la región, la planta tuvo su descubrimiento reconocido por la revista Phytotaxa, en 2015.
Taxonomía
La taxonomía ayuda a revelar la riqueza de especies existentes en el territorio brasileño, considerado uno de los más biodiversos del planeta. Especializados en reconocimiento, clasificación y denominación de organismos, los taxónomos se dedican a la búsqueda de animales, hongos o plantas que aún no han sido registrados por la ciencia. El grupo de Denise Braz se dedica al descubrimiento y clasificación de la flora.
Según Braz, la importancia del trabajo de taxonomía es precisamente el conocimiento de las especies de flora, cuáles son sus características y a qué grupo pertenecen. “Es el trabajo más básico. A partir de entonces, cuando se conoce la especie, ella puede servir para todos los demás estudios posibles.” La profesora señaló que estos descubrimientos refuerzan la elevada diversidad vegetal del país, considerada recientemente la más alta del mundo.
“Esta riqueza vegetal es transversal a la riqueza de posibles fármacos, medicinas que podemos extraer de esta especie, la importancia de esta especie en el medio ambiente. ¿Sirve a algún animal? ¿Hay algún animal que dependa de ello? ¿Cuál es su papel en el medio ambiente, en el control y en la existencia de toda esa fitosociología que existe? Estas son algunas respuestas que pueden servir para el descubrimiento de una nueva especie de planta.”
La profesora también destacó la importancia de las especies descubiertas en la aplicación de políticas públicas. El Parque de Curió está situado cerca de la capital del estado de Río de Janeiro y presenta un bosque bien conservado. “Es una zona con una gran riqueza vegetal. Ya hemos detectado que es una de las mayores riquezas del estado y esta zona debería ser preservada, porque alberga especies amenazadas que tienen un área de ocurrencia muy restringida y que ya han sido categorizadas como amenazadas. Necesitamos preservar esta riqueza nuestra, que es un patrimonio del país, de hecho”, indica la experto.
Base de datos
Denise Braz también señaló que la recién descubierta flor, debido a su belleza, puede ser explorada asimismo como una planta ornamental. “Tenemos miles de especies brasileñas que pueden servir para este uso. Por lo tanto, hay muchos usos prometedores.” La investigadora dejó claro que el conocimiento de la especie es el primer paso para que se descubran tantas otras cosas.
Después de la recolección, las dos especies descubiertas por el grupo de investigación han sido registradas en el Herbario del Departamento de Botánica de UFRRJ - reconocido internacionalmente como RBR. Fundado en 1916, el herbario cuenta con una colección de más de 50 mil muestras de plantas deshidratadas (exsicatas), que sirven de referencia sobre la vegetación y la flora de la región de Río de Janeiro. Actualmente, además del Parque Natural Municipal de Curió, el RBR también tiene proyectos de investigación en otras áreas, como la Reserva Biológica de Tinguá, el Parque Nacional de Itatiaia y el Parque Nacional de la Sierra de los Órganos.
Los taxónomos de UFRRJ participaron recientemente en una asociación entre el Jardín Botánico de Río de Janeiro y el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), que dio lugar a la producción de la mayor base de datos de la flora brasileña en Internet, llamado Flora do Brasil Online 2020. Construido con el apoyo de diferentes investigadores e instituciones, el sistema reúne información clave sobre 48.369 especies de hongos, plantas y algas reconocidas por taxónomos brasileños y extranjeros en trabajos de campo en todo el país. “Estamos sirviendo de ejemplo a otros países al seguir las metas globales para conservación de la biodiversidad biológica”, destaca Denise Braz acerca de las plantas.
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