La tasa de desempleo en Brasil subió del 12,4% al 13,1%, y alcanzó a 12,3 millones de personas en julio. En ese mismo mes, hubo un aumento de 438.000 personas desempleadas en comparación con junio, y la población ocupada se redujo a 81,5 millones de trabajadores, según la Encuesta Nacional por Muestreo Hogares Mensual (PNAD COVID-19) publicada este jueves (20) por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Según la encuesta, de los 9,7 millones de personas apartadas de su empleo, 6,8 millones afirmaron que lo estaban debido a pandemia de COVID-19, lo que representa una disminución del 42,6% ante junio.
Para Maria Lúcia Vieira, encargada de la investigación, las cifras pueden indicar la vuelta al trabajo o el despido. "Esto corresponde a menos de la mitad de las personas que estaban apartadas en mayo, cuando comenzó la encuesta. Así que volvieron a trabajar o fueron despedidas", apuntó.
La encuesta también reveló que entre los que no estaban apartados del trabajo, 8,4 millones trabajaban a distancia, lo que representa el 11,7% de la población empleada que no estaba apartada.
Ocupación
El estudio muestra que el nivel de ocupación aumentó del 49% en junio al 47,9% en julio. De los 81,5 millones de personas empleadas en julio, 9,7 millones estaban apartadas de sus empleos, de las cuales 6,8 millones tenían el distanciamiento social como la razón de su apartamiento del mercado laboral. En comparación con junio, los dos grupos disminuyeron a 34% y 42,6% respectivamente.
La proporción de personas apartadas del trabajo debido a la pandemia se redujo del 14,2% al 8,3%. La mayoría de los 27 estados de Brasil vieron un descenso en ese indicador, con la excepción de Amapá, Río Grande del Sur y Rondônia.
Alrededor de 3,2 millones de personas ocupadas no recibieron remuneración, lo que representa el 32,4% del total de personas apartadas del trabajo. En junio, casi la mitad de las personas apartadas del trabajo (48,4%) no recibían remuneración.
Desempleo
El desempleo, explica el IBGE de forma simplificada, se refiere a las personas en edad de trabajar (más de 14 años) que no trabajan, pero que están disponibles y tratan de encontrar trabajo. Así, para que alguien sea considerado desempleado, no basta con no tener trabajo.
La población fuera de la fuerza de trabajo se calculó el mes pasado en 76,5 millones de personas, un 2,1% más que en junio. De ese total, 28,2 millones (36,9%), deseaban trabajar pero no buscaron trabajo, y 19 millones (24,8%), deseaban trabajar pero no buscaron trabajo por la pandemia o la falta de trabajo en su municipio.
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