Hasta agosto, 17,9 millones de personas en Brasil (el 8,5% de la población) se habían sometido a la prueba de diagnóstico para saber si estaban infectadas con el nuevo coronavirus. De estos, el 21,6%, es decir, unos 3,9 millones de personas, dieron positivo para la COVID-19.
Las cifras pertenecen a la edición mensual de agosto de la Encuesta Nacional por Muestreo de Hogares (PNAD), realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y publicada el miércoles (23).
La coordinadora de la investigación, Maria Lucia Vieira, dice que la mayor disponibilidad de pruebas y, en consecuencia, el mayor acceso a ellas por parte de la población pueden justificar el aumento del número de personas que se sometieron. “Como la pandemia no ha terminado, es natural que este número aumente, incluso entre quienes no tuvieron síntomas, pero estuvieron en contacto con alguien que tenía COVID-19 y se hicieron la prueba para estar seguros”, explicó.
Según el IBGE, el porcentaje de realización de pruebas para diagnosticar la enfermedad es mayor entre las personas de mayores ingresos, alcanzando el 21,7% en el grupo de ingresos domiciliarios per cápita superior a cuatro salarios mínimos y por debajo del 5% entre quienes ganan hasta la mitad del salario mínimo. Actualmente, el salario mínimo brasileño equivale a unos US$ 189.
“Quienes pueden hacer el examen para descartar la posibilidad [de tener la enfermedad] ya logran hacerlo en los laboratorios. No hay evidencia de más contaminación entre los que cuentan con más ingresos, pero tenemos más personas haciendo la prueba entre ellos”, dijo la investigadora.
La encuesta aborda tres tipos de pruebas: la conocida como PCR, que se hace tomando una muestra con hisopado en la zona nasofaríngea; la prueba rápida con extracción de sangre a través de un orificio en el dedo; y el análisis de sangre extraído de la vena del brazo. De los 17,9 millones de personas que se sometieron a la prueba, 6,9 millones se hicieron el PCR y, de estas, el 25,2% dieron positivo.
El Distrito Federal (19,4%) fue la unidad federativa con mayor porcentaje de pruebas realizadas, seguido de Piauí (14,4%) y Roraima (12%). “Del 19,4% que se hizo la prueba en el Distrito Federal, solo el 4,1% dio positivo. Estos datos muestran pues que más personas se están haciendo la prueba de las que, de hecho, reciben el diagnóstico de la enfermedad”, dijo María Lucía.
Pernambuco (5,8%), Acre (6%) y Minas Gerais (6,1%) registraron los porcentajes más bajos de pruebas.
Aunque hubo un aumento en la cantidad de personas que se sometieron a las pruebas, disminuyó la cantidad de quienes informaron tener síntomas similares a los de gripe. En mayo, 24 millones de personas reportaron alguno de los síntomas listados por la encuesta, como tos, fiebre y dificultad para respirar. En agosto, el número se redujo a 12,1 millones, lo que representa el 5,7% de la población.
“Quienes tuvieron contacto con los que estuvieron enfermos ahora tienen más oportunidades de hacerse la prueba para saber si también fueron infectados o no. Entonces, hay mucha gente que se hizo la prueba sin presentar ningún síntoma”, informó Maria Lucia.
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