El gobierno brasileño emitió un comunicado oficial este martes (22) para refutar las conclusiones de un informe elaborado por expertos de Francia que señala riesgos ambientales en el acuerdo comercial del Mercosur con la Unión Europea. Firmado el año pasado por negociadores de ambos bloques, el acuerdo aún no ha sido aprobado internamente por los países miembros.
La semana pasada, tras recibir el informe de un comité independiente, el primer ministro francés Jean Castex confirmó su oposición al acuerdo bajo su forma actual.
En una declaración conjunta, los Ministerios de Relaciones Exteriores (MRE) y de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) trataron de refutar los argumentos presentados en el informe francés y resaltaron los esfuerzos de Brasil para preservar el medioambiente.
"El informe presenta argumentos que no están basados en criterios técnicos y que sugieren que la entrada en vigor del mencionado Acuerdo generará un impacto ambiental negativo al contribuir para aumentar la deforestación y poner en jaque los esfuerzos para combatir el cambio climático bajo los auspicios de los acuerdos internacionales", dice la nota.
Cuando entre en vigor el acuerdo comercial, dice el informe, el aumento de la demanda de carne de vacuno ejercerá presión sobre la deforestación en Brasil. Por su parte, el gobierno brasileño argumentó que la industria agrícola y ganadera del país aumentó su productividad en las últimas décadas mientras redujo la deforestación.
“Brasil ya ha demostrado que puede aumentar su producción de carne de vacuno, de soja y de maíz a la par que reduce la deforestación. De 2004 a 2012, la deforestación en la región denominada Amazonia Legal cayó un 83%, mientras que la producción agrícola aumentó un 61%. En ese mismo período, la cabaña ganadera pasó a de 204 millones en 2014 a 212 millones en 2012. Estos datos muestran una tendencia histórica de intensificación de la agricultura brasileña y las consiguientes ganancias de productividad, a la par con la preservación del medioambiente".
La nota agrega que la legislación ambiental brasileña ha sido mejorada desde principios del siglo pasado. "Brasil fue pionero en políticas de conservación, con la implantación de su primer Código Forestal en 1934. Gracias a ese esfuerzo de larga data, el 66% más del territorio brasileño está cubierto por vegetación nativa. El cultivo se limita a cerca del 30% del territorio, del cual el 8% se destina a la agricultura y cerca del 22% a la ganadería, según Embrapa Territorial. Ese panorama eleva Brasil a la categoría de potencial ambiental".
El gobierno brasileño también acusa al informe francés de reflejar "las preocupaciones proteccionistas de los segmentos europeos", como productores agrícolas. La nota conjunta del MRE y el Mapa refuta la posibilidad de que el acuerdo aumente la destrucción de la selva y reitera que la no entrada en vigor del tratado internacional, el mayor jamás firmado entre dos bloques económicos, provocará daños ambientales a Brasil.
"La no aprobación del acuerdo entre el Mercosur y la UE mensaje negativo y establecería un claro desincentivo a los esfuerzos del país por fortalecer aún más su legislación ambiental. También tendría consecuencias sociales y económicas negativas, que podrían agravar aún más los problemas ambientales de la región. No ratificarlo debilitaría la relación entre las partes y la idea de un libre comercio sostenible y responsable, que podría generar prosperidad e impulsar la preservación del medioambiente como resultado de la mejora de las condiciones económicas", concluye la nota.
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