El laboratorio Sirius, la infraestructura científica más grande y compleja del país, es un acelerador sincrotrón del Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), ubicado en Campinas, estado de São Paulo. La estructura viene siendo utilizada por investigadores desde principios de septiembre para estudiar cristales de proteínas del nuevo coronavirus.
Un equipo de científicos de la Universidad de São Paulo (USP) está analizando más de 200 muestras de cristales de proteínas de Sars-Cov-2, buscando dilucidar las estructuras moleculares fundamentales para el ciclo de vida del virus.
Según el centro, el objetivo de los investigadores es comprender los mecanismos de unión de estas proteínas a sustancias que pueden inhibir sus actividades, interfiriendo en el ciclo de vida del virus, lo que permitiría la creación de nuevos fármacos antivirales de acción directa.
“Para buscar ligandos que puedan conectarse con las proteínas del virus, inhibiendo su actividad, necesitamos una fuente de luz sincrotrón. En este sentido, Sirius se convierte en un salto cuántico para la comunidad de cristalografía brasileña”, dijo el coordinador de la investigación, el profesor Glaucius Oliva.
Según el centro de investigación, los datos recogidos en Sirius permiten a los investigadores identificar la posición de cada átomo de la proteína y así verificar en qué puntos exactamente se produce la unión a otras sustancias.
Entre las proteínas estudiadas por la USP, se encuentra la endoribonucleasa viral NSP-15, que tiene funciones todavía no comprendidas completamente por los científicos. La hipótesis principal es que el nuevo coronavirus la utiliza para eludir el sistema inmunológico de las células. También se están estudiando las proteínas NSP-3 y NSP-5, ambas con un papel importante en la replicación y transcripción del material genético del virus.
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