El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourão, quien también encabeza el Consejo Nacional para la Amazonia Legal, dijo, en entrevista con vehículos de la Empresa Brasil de Comunicação (EBC), que no hay forma de disociar el modelo de negocio que el gobierno pretende implementar, denominado “bioeconomía”, de la meta de sustentabilidad para las actividades económicas de los pueblos amazónicos.
Mourão ya había manifestado anteriormente su convicción de que la mejor alternativa es el modelo “bioeconómico” - terminología utilizada para el mercado basado en recursos biológicos reciclables, renovables y con consumo y explotación conscientes -. “La Amazonia, por sus características, no es un lugar de producción a escala. Es un lugar de producción sostenible, aprovechando la riqueza de la biodiversidad existente. Tenemos que trazar un mapa de las cadenas de valor, mejorar la infraestructura logística sostenible - el uso de vías fluviales, la construcción de pequeños puertos para transportar la producción - y, por supuesto, atraer la atención de la inversión privada.”
Fondo Amazonia
Sobre el dinero retenido en el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) relacionado con el Fondo Amazonia, Mourão dijo que debe ser una fuente importante de recursos para el proceso de modernización de la región. Según él, los fondos se invertirán en proyectos relacionados con la bioeconomía.
“Hemos iniciado el diálogo con los dos principales donantes: Alemania y Noruega. Están a la espera de los resultados de la operación Verde Brasil II, que comienza a mostrar una tendencia a la baja en deforestación e incendios. A partir de eso, podremos desbloquear recursos del BNDES y apoyar proyectos orientados al desarrollo de la Amazonia”, informó el vicepresidente. El BNDES es quien administra los recursos del fondo.
Iniciada en mayo de este año, la operación Verde Brasil II fue prorrogada hasta el 6 de noviembre de 2020. Coordinada por el mismo Mourão, emplea a las Fuerzas Armadas en acciones preventivas y represivas contra delitos ambientales y la deforestación ilegal, además de combatir los incendios.
El vicepresidente también reveló haber solicitado fondos no reembolsables a los grandes bancos que operan en la región, para la protección y preservación de la Amazonia. “Las grandes empresas se centran en la agenda empresarial moderna, en ESG (acrónimo en inglés para Environmental, Social and Governance). Hablé con los principales bancos que operan en la región y la idea es que adopten líneas de financiamiento con tasas de interés más bajas para actividades enfocadas a la bioeconomía. Y, por supuesto, inviertan, en la medida de lo posible, en la preservación local”, dijo.
Según Mourão, es importante entender que la sustentabilidad es parte de la forma de vida del siglo 21. Las principales empresas quieren invertir dentro de la agenda ambiental, social y de gobernanza. “Tenemos el 66% de nuestra cobertura vegetal intacta, el 84% en el caso de la Amazonia. Tenemos que presentarnos a los inversionistas, brasileños o internacionales, como un socio que respeta la legislación ambiental”, dijo en una entrevista con Agência Brasil.
Modernización de técnicas
La visión del gobierno para la bioeconomía, dijo el vicepresidente, es moderna, con un enfoque social, y se basa en el concepto de gobernanza - la interacción entre diferentes actores sociales, políticos y económicos que unen fuerzas para discutir y planificar acciones colectivas para un área determinada - en este caso, el medioambiente -, que genera normas y crea instituciones sociales.
Mourão cree que parte de la solución para una actividad económica saludable en la Amazonia es la asistencia técnica rural, con una educación adecuada y tecnológicamente avanzada. La sensibilización sobre la importancia de la sostenibilidad para la población local también es una parte estratégica del enfoque del gobierno.
Para ello, el vicepresidente considera que las más de 500 mil familias asentadas en el territorio amazónico deben recibir, a la mayor brevedad, el título de propiedad de las tierras que ocupan, proceso que se viene dando desde la década de 1970, pero que ha ido ganando agilidad en gestión actual.
Mourão citó el caso de la técnica que utiliza la quema de vegetación para preparar el suelo, lo que consideró una forma anticuada y desinformada de lidiar con el medio ambiente. “Nuestra campaña es 'di sí a la vida y no a la quema'. Este tipo de preparación de la tierra es arcaico y no tiene más espacio en el mundo en que vivimos. Con la propiedad de la tierra, las familias tendrán acceso a asistencia técnica rural que les dará la capacidad de tratar mejor la tierra”, declaró.
“Lo que quiero decirles a todos es: evitemos las quemas. Pido esta conciencia a todos los habitantes de la Amazonia”, dijo Mourão.
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