La Policía Federal de Brasil (PF) dio cumplimiento este martes (15), en São Paulo, a 11 órdenes de registro y confiscación, emitidas por la Justicia como parte de la Operación "Marfil", que tiene como objetivo investigar el comercio ilegal de marfil de elefante. La operación cuenta con el apoyo del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) y la Policía Ambiental del Estado de São Paulo.
Según las autoridades, se identificaron en la capital 11 domicilios particulares y comerciales vinculados a personas sospechosas de cometer delitos mediante la importación, la compra o la venta de obras de arte producidas a partir de colmillos de elefante.
En una nota, la policía agregó que descubrió que se habían comercializado objetos hechos de marfil en la feria de antigüedades de la Avenida Paulista y en la zona libre debajo del Museo de Arte de São Paulo (Masp). La composición de los productos fue confirmada por el consejo de administración del Ibama.
Los investigados podrían ser imputados por contrabando y a receptación. Las sentencias son de dos a cinco años de prisión y de tres a ocho años de reclusión y una multa, respectivamente.
En su informe, la policía menciona que Brasil es signatario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres de 1973 (CITES). El acuerdo ordena que cada gobierno vinculado a él se comprometa a aplicar medidas para prevenir el tráfico de animales, a fin de hacer frente a las amenazas a la supervivencia de las especies. "La acción policial coincide hoy con el lanzamiento de la operación internacional Thunder, organizada conjuntamente por la Interpol y la Organización Mundial de Aduanas", dice el texto.
En la actualidad, la caza ilegal de elefantes para la obtención de marfil sigue siendo una gran preocupación. Incluso después de que se haya prohibido el comercio internacional de marfil en 1990, esa práctica se sigue llevando a cabo. Según un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), la población de elefantes africanos se redujo de unos 12 millones a 400 mil en sólo un siglo.
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