La crisis generada por la pandemia de COVID-19 ha provocado una reducción de la inversión extranjera en el sector productivo de Brasil. Las inversiones en acciones, bonos y fondos de inversión muestran signos de reacción, según los datos divulgados este miércoles (25) por el Banco Central (BC).
Las entradas netas de inversiones directas en el país (IDP), que se destinan al sector productivo de la economía, totalizaron US$ 1.793 millones el mes pasado, ante US$ 8.221 millones en octubre de 2019.
De enero a octubre, el número de desplazados internos alcanzó US$ 31.914 millones, frente a los US$ 57.615 millones del período de 10 meses que termina en 2019, lo que supone una reducción del 44,6%.
En los 12 meses que finalizan en octubre de 2020, el IDP totalizó US$ 43.500 millones, lo que corresponde al 2,94% del PIB, ante los US$ 49.900 millones (3,29% del PIB) acumulados en los 12 meses hasta septiembre de este año.
Según Fernando Rocha, jefe del departamento de estadísticas del Banco Central, las incertidumbres sobre la duración de la crisis pandémica están provocando que los inversores extranjeros pospongan los planes de inversión de fondos en el país. "El aplazamiento se debe a la incertidumbre sobre si habrá una segunda ola, si disminuirá la contaminación y cuando estará disponible una vacuna con una inmunización efectiva", dijo Rocha.
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