Impulsada por los gastos para el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19, la Deuda Pública Federal, que incluye el endeudamiento interno y externo de Brasil, cerró 2020 a US$ 930,8 mil millones, ha informado esta semana la Secretaría del Tesoro Nacional, vinculada al Ministerio de Economía. El monto representó un incremento del 17,9% con relación a 2019, cuando la deuda fue de US$ 784,4 mil millones.
Con el alto volumen de emisiones de bonos del gobierno en diciembre, se rompió el techo del Plan Anual de Financiamiento (PAF) de 2020, que establecía que la deuda pública podría cerrar el año entre US$ 854,6 mil millones y US$ 910 mil millones.
La posibilidad de que el indicador terminara 2020 por encima del rango establecido había sido admitida el mes pasado por el Tesoro. Según el organismo, la mejora en las condiciones del mercado en los últimos dos meses de 2020 permitió al Tesoro lanzar más bonos para restaurar su reserva financiera y recomponer el monto utilizado para cubrir los gastos relacionados con la pandemia, principalmente la ayuda de emergencia.
Deuda interna y externa
La Deuda Pública Mobiliaria Federal interna (DPMFi), que es la participación de la deuda pública en el mercado interno, registró un aumento del 4,67% en diciembre, y su stock subió de US$ 845,9 mil millones a US$ 889,3 mil millones. Este crecimiento de la deuda se produjo debido a la apropiación positiva de intereses por un monto de US$ 5,9 mil millones (cuando se incorporan los intereses de la deuda al total mes a mes), y por la emisión neta mensual récord de US$ 33,5 mil millones (cuando el Tesoro emite más bonos de los que rescata).
El stock de Deuda Pública Federal externa (DPFe), captada en el mercado internacional, subió un 3,79% en el último mes de 2020 y cerró el año a US$ 46,85 mil millones. De este total, US$ 42,85 mil millones se refieren a deuda mobiliaria (en bonos en el mercado internacional) y US$ 4 mil millones a deuda contractual (con bancos y organismos internacionales).
Recursos
A través de la deuda pública, el Tesoro Nacional emite bonos del gobierno para pedir prestado dinero a los inversores y cumplir con los compromisos financieros. A cambio, se compromete a devolver los fondos después de unos años, en su vencimiento, sumados a intereses. La corrección puede seguir la tasa Selic (tipo básico de interés de la economía), la inflación, el tipo de cambio o ser prefijada. Debido a la pandemia de COVID-19, el gobierno tuvo que emitir más bonos el año pasado.
En diciembre, los mayores tenedores de deuda pública fueron las instituciones financieras (29,62%). El stock de este grupo pasó de US$ 249,7 mil millones a US$ 262,3 mil millones de noviembre a diciembre. Le siguen los fondos de inversión (25,98%), los fondos de pensiones (22,65%), los inversores extranjeros (9,24%), el gobierno (3,77%), las compañías de seguros (3,68%) y otros (5,07%).
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