Brasil generó 401.639 nuevos empleos en febrero de este año, que es el saldo positivo resultante de 1.694.604 admisiones y 1.292.965 despidos en el mercado de trabajo formal. El crecimiento es el más alto para ese mes, según destacó el ministro de Economía, Paulo Guedes.
"Una vez más, el vigor y la resistencia de la economía brasileña superan las expectativas", dijo, durante una conferencia de prensa virtual para anunciar el Registro General de Empleados y Desempleados (Caged). "Hay 400.000 nuevos empleos, un récord para el mes de febrero, lo que muestra que estamos definitivamente en la senda de la recuperación económica", agregó.
El mes de febrero, sin embargo, no abarca el periodo de restricciones más rigurosas a las actividades, impuestas por varios estados y municipios para hacer frente a la nueva ola de casos de COVID-19.
En este sentido, Guedes sostiene que el foco del gobierno debe ser la vacunación masiva de la población, "especialmente los 40 millones de brasileños del mercado de trabajo informal", que son el grupo más vulnerable, a quienes se dirige el subsidio de emergencia del gobierno federal.
Según el ministro, cerca del 10% de las nuevas admisiones o 173 mil vacantes corresponden al sector de los servicios, que es también el más sensible a la informalidad. "Necesitamos vacunar en masa para que los trabajadores informales, los casi 40 millones de brasileños invisibles, no tengan que hacer la cruel elección de salir [a trabajar] y ser infectados, o quedarse en casa y no tener qué comer", dijo.
Los trabajadores formales de Brasil sumaron 40.022.748 en febrero, lo que supone una variación del 1,01% respecto al mes anterior. En lo que va de año, se registró un superávit de 659.780 puestos de trabajo, resultado de los 3.269.417 ingresos menos los 2.609.637 despidos.
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