El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, dijo que el plan nacional para combatir la deforestación ilegal en la Amazonía costará 1.000 millones, monto que espera recibir de naciones ricas como Estados Unidos, que organizó el jueves (22) la Cumbre de Líderes sobre el Clima.
Salles sopesó que si Brasil no recibe ese importe, las medidas se llevarán a cabo con los recursos asignados para este fin en el Presupuesto. Salles y el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, participaron el jueves en una transmisión en directo al lado del presidente Jair Bolsonaro.
Cuando se firmó el Acuerdo de París, dijo Salles, los países desarrollados se comprometieron a pagar US$ 100.000 millones a los países en desarrollo, algo que no sucedió. El ministro sostuvo que Brasil evitó emisiones de 7.800 millones de toneladas de carbono entre 2006 y 2017, lo que representa un crédito de US$ 133.000 millones, de los cuales el país recibió 1.000 millones.
"Parte de este entendimiento es el siguiente: quien nos prometió recursos, nos llevó a acuerdos internacionales, tiene que poner el dinero a disposición. Agradecemos la oferta de [el presidente de Estados Unidos, Joe] Biden de 20.000 millones el año pasado, y presentamos un plan de 1.000 millones. Ante todos estos créditos, queremos mil millones de dólares [para el proyecto contra la deforestación]. Ahora bien, si estos mil millones no llegan, haremos todo lo necesario con nuestros propios recursos. El presidente ha decidido duplicar los recursos para la vigilancia del medioambiente", dijo el ministro.
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