Luego de que la Agencia Brasileña de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) recomendó suspender la vacunación de mujeres embarazadas con el inmunizador de Oxford/AstraZeneca, el Ministerio de Salud confirmó el martes (11) la suspensión para este segmento y para las mujeres en posparto. En el caso de las vacunas Coronavac y Pfizer, el Ministerio autoriza el uso tan solo en casos de mujeres embarazadas con comorbilidades.
Sin embargo, el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, reforzó la importancia de las vacunas, incluidas las de Oxford/AstraZeneca. “Quiero reiterar la confianza en la seguridad y eficacia de estas vacunas. Todo el programa de vacunación está coordinado por un equipo técnico con el apoyo de una cámara técnica con los más reconocidos expertos de Brasil”, dijo.
La medida anunciada ayer se produjo después de que la carpeta fuera informada el pasado viernes (7) sobre una mujer embarazada que habría fallecido tras recibir la vacuna de Oxford/AstraZeneca. En una conferencia de prensa el martes, representantes del ministerio y expertos del comité del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) advirtieron que, sin embargo, el caso está bajo investigación y aún no se ha confirmado si la causa de la muerte está relacionada con el inmunizador.
“Sentimos mucho por esta pérdida, pero aún no está claro si la vacuna fue la causa de la trombosis. Estamos examinando detalles de todo el historial médico para que podamos llegar a una conclusión y aclararla para todos. Por eso estamos esperando los exámenes para brindar las orientaciones de modo tranquilo”, dijo Jorge Kalil, profesor de la Universidad de São Paulo y director del Laboratorio de Inmunología del Instituto del Corazón.
Kalil explicó que la orientación del comité de expertos para comenzar a vacunar a las embarazadas y puérperas se debió a que hubo un aumento en el número de muertes por covid-19 dentro de este grupo y que, ante el escenario epidemiológico, los beneficios superaban los riesgos.
El secretario de Atención Primaria del Ministerio de Salud, Raphael Parente, aclaró que la evaluación de riesgos y beneficios es común en un proceso de vacunación, especialmente en un momento como el de la pandemia, con nuevos inmunizadores.
“Todavía no hay estudios de alto nivel de evidencias, pero notamos un gran aumento en las muertes [de mujeres embarazadas]. Este escenario hizo que el PNI decidiera unánimemente, ante estudios y el escenario epidemiológico, que el riesgo-beneficio favorecía la inmunización”, comentó el secretario.
La coordinadora del PNI, Francieli Fantinato, informó que aún no se ha definido un protocolo para el caso de gestantes y puérperas que recibieron la primera dosis de la vacuna. Una nota técnica debe publicarse hasta el fin de la semana. Mientras tanto, la orientación es que no se aplique la segunda dosis.
Fantinato agregó que la orientación puede ser revisada cuando se concluya la investigación del caso de la embarazada que falleció y con el avance de los casos y muertes de la pandemia. “A la luz del escenario epidemiológico, se puede cambiar esta orientación”, dijo.
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