Una alianza entre el Centro Tecnológico de la Industria Química y Textil (Senai Cetiqt) con las compañías Repsol Sinopec Brasil, Hytron y el departamento de Ingeniería Química de la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (USP) inició el proyecto CO2CHEM, que tiene como objetivo desarrollar alternativas tecnológicas para la producción de hidrocarburos verdes a partir del dióxido de carbono (CO2).
Con el apoyo financiero de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) y de la Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii), el proyecto busca enfrentar el gran desafío del cambio climático, derivado de la acumulación de carbono en la atmósfera, explica el coordinador de Ingeniería de Procesos de Senai Cetiqt, João Valentim. El Acuerdo de París, firmado por 195 naciones en 2015, estableció el objetivo de mantener el aumento de temperatura del planeta por debajo de los 2ºC hasta finales de este siglo. Sin embargo, los estudios indican que este objetivo no se logrará si la economía es carbono neutral, es decir, no emitir CO2 ni quitar, explica João Valentim. Para lograr el objetivo, la economía, a partir de 2050, tendría que ser carbono negativa.
“Nuestras actividades productivas deben consumir más dióxido de carbono del que emiten para garantizar el pacto climático firmado en el Acuerdo de París”, subrayó el coordinador. Valentim también explicó que es necesario eliminar el carbono de la atmósfera. Desde el punto de vista tecnológico, el análisis es que el CO2 tendría que ser materia prima de otro producto, que no tenga un ciclo muy corto.
Tecnología brasileña
João Valentim afirmó que, desde esta perspectiva, el proyecto CO2CHEM puede contribuir al logro de las metas establecidas en el Acuerdo de París, suministrando tecnología brasileña. “Otros países también están involucrados en este desafío. Y el proyecto colocará a Brasil como uno de los protagonistas y poseedores de este saber hacer, que son tecnologías que convierten el CO2 en productos.”
La previsión es que. al final del proyecto, estimado para 2023, ya se pueda tener una unidad piloto, del tamaño de un contenedor, transportable a lugares donde hay grandes productores de CO2, como unidades de cemento, para la producción de las primeras gotas de combustible sintético, también llamado hidrocarburo verde o renovable. Según explicó el coordinador, “al final, habrá plantas en contenedores que utilizarán electricidad, agua y CO2 como materias primas. Se obtendrá un producto equivalente al petróleo.”
Valentim dijo que podrían obtenerse productos energéticos como la gasolina y el diesel en forma de materiales, como polímeros. La producción de los llamados hidrocarburos verdes consume varias moléculas de CO2 e, incluso cuando se las reemite, el saldo del proceso es carbono negativo. “Es decir, estás sacando carbono de la atmósfera y reemplazando la gasolina normal, que aumenta la concentración de dióxido de carbono, por una gasolina que no tiene este problema.”
Sostenibilidad
Valentim destacó que todo esto hay que verlo y analizarlo desde una perspectiva de sostenibilidad, teniendo en cuenta aspectos ambientales y sociales, como la seguridad y la remuneración de los trabajadores. Otra perspectiva fundamental es que el proceso sea económicamente viable. El proyecto será probado continuamente y guiado por estos tres resultados: económico, ambiental y social, desde un punto de vista global.
Además del CO2, que es la materia prima del proyecto, Valentim señaló que la electricidad debe provenir de una fuente limpia. “No se la puede producir con carbón”. El proyecto también buscará circularidad en el consumo de agua, con miras a su eficiencia, y también en otras generaciones de residuos. “Tendrá que generar una solución que tampoco tenga impactos negativos en el aspecto de los residuos”, puntualizó.
Senai Cetiqt será responsable de realizar parte de las actividades de laboratorio para el desarrollo del proceso de producción de hidrocarburos verdes. Además, realizará las evaluaciones de viabilidad técnico-económica, con el apoyo de Hytron y USP, haciendo uso de simuladores de procesos y económicos, con el apoyo de los equipos de Transformación Química e Ingeniería de Procesos de la organización.
Desde el desarrollo hasta la implantación, los investigadores trabajarán a escala piloto con dos sistemas integrados, de tecnología nacional, capaces de consumir CO2 desde diferentes fuentes, como de actividades de exploración y producción costa afuera, por ejemplo. El resultado serán hidrocarburos verdes, en un ciclo cerrado y con consumo de CO2 alimentado por fuentes de energía renovables.
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