Indígenas venezolanos refugiados en Boa Vista, en Roraima, estado fronterizo con Venezuela, están recibiendo la vacuna contra el covid-19. La iniciativa es resultado de una cooperación entre la Operación Bienvenida, dirigida a los inmigrantes, e instituciones federales y estatales. Todos los miembros de los grupos étnicos Warao, Eñepá y Pemon serán vacunados.
La Defensoría Pública Federal ha estado trabajando para garantizar que otros imigrantes indígenas también reciban la vacuna en otras ciudades brasileñas. Se considera que esas personas tienen derecho a ser incluidas en el Programa Nacional de Inmunización (PNI) del mismo modo que los indígenas brasileños.
El defensor João Freitas de Castro Alves mencionó la vulnerabilidad a la que se enfrentan estos grupos y explicó por qué se les debe dar prioridad. "Es una cuestión humanitaria. Si alguien vive en el lado brasileño y está oficialmente registrado en nuestros sistemas, le daremos la vacuna", dijo.
En Acre, estado fronterizo con Perú y Bolivia, el gobierno informó que cumple con las directrices del PNI y vacuna a los indígenas que viven en territorios reconocidos y no reconocidos como indígenas. Según el gobierno, los que viven en zonas urbanas son atendidos con los mismos criterios que la población general. En la frontera, dijo el gobierno, se ha vacunado a los indígenas y a otros migrantes.
El Secretario Especial de Salud Indígena del Ministerio de Salud, Robson Santos, señaló que si un migrante indígena está registrado en las bases de datos brasileñas, puede ser vacunado. "Como se trata de una comunidad con vulnerabilidades específicas en torno a la seguridad alimentaria y la vivienda, es importante que cada municipio dé prioridad a estas personas", declaró Santos.
El objetivo de Brasil es vacunar al 90% de los indígenas contra el covid-19, y esa cifra debería alcanzarse en 30 o 40 días, según Santos. Hasta ahora, el 82% ya ha recibido la primera dosis y el 73% las dos.
*Con la colaboración de Michelle Moreira
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