Como principal origen de las importaciones brasileñas desde 2019, China siguió avanzando en el comercio exterior brasileño el año pasado. Según una encuesta difundida por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el país asiático fue responsable del 21,9% de las compras exteriores brasileñas el año pasado, con avances en productos tecnológicos.
Además de incrementar las exportaciones a Brasil, China también comenzó a vender productos cada vez más sofisticados, alejándose de la imagen de exportador de bienes industrializados de baja complejidad.
Durante los últimos 15 años, China ha logrado avances considerables en el comercio exterior. En 2006, el país tenía el 8,6% de las importaciones brasileñas. El principal proveedor de productos a Brasil solía ser la Unión Europea, que vio caer su participación del 20,3% en 2006 al 19,1% el año pasado. En el mismo período, Estados Unidos mantuvo una participación relativamente estable en las importaciones brasileñas, con un ligero aumento del 15,7% al 17,6%, manteniendo la tercera posición.
El principal perdedor en el origen de las importaciones brasileñas fue América del Sur. Del segundo lugar en 2006, con el 17,6% de las compras externas de Brasil, el continente cayó al cuarto lugar, con un 11,4% en 2020.
Industria
Al analizar 15 sectores de la industria brasileña, la CNI encontró que las importaciones de China crecieron en 11 de ellas, se mantuvieron en tres y cayeron en un solo sector.
Entre los sectores en que más creció China de 2006 a 2020 se encuentran: maquinaria y equipo (del 10% al 23%); productos químicos (del 10% al 29%) y materiales eléctricos (del 24% al 50%). Incluso segmentos en los que el país asiático tenía poca tradición conquistaron importantes cuotas de mercado: vehículos y automóviles (del 2% al 11%) y química fina (del 1% al 14%).
Al mismo tiempo, la industria brasileña comenzó a comprar cada vez menos a otras regiones y otros países. De los 15 sectores encuestados, 11 comenzaron a importar menos de la Unión Europea y Japón, y 13 comenzaron a comprar menos de América del Sur y Estados Unidos.
Propuestas
Según el gerente de Políticas de Integración Nacional de la CNI, Fabrizio Sardelli Panzini, el crecimiento del comercio con China ha creado una dependencia dañina para los sectores más desarrollados de la economía brasileña. Con el 75% de las exportaciones al país asiático concentradas en soja, mineral de hierro y petróleo e importando bienes cada vez más complejos, Brasil ha experimentado un empeoramiento en la calidad de su comercio exterior.
“Hace muchos años esperamos diversificar el comercio con China, pero no lo hemos alcanzado. El espacio máximo para expandir el comercio con China está en la agroindustria, con más exportaciones de carne y alguna ganancia de mercado”, dice.
El gerente de CNI defiende la rápida aprobación e implementación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea para que la industria brasileña pueda recuperar su participación en las exportaciones. A diferencia de China, Brasil tiene un comercio más equilibrado con los países europeos, exportando tanto productos básicos como industrializados. El acuerdo tiene potencial de ganancias porque prevé una caída más rápida de los aranceles y barreras comerciales para los productos del Mercosur en el mercado europeo que para los productos europeos en Brasil.
“La Unión Europea es un socio tradicionalmente importante para Brasil, con comercio complementario y alta participación industrial de ambos lados. Cuando la Unión Europea pierde mercado, Brasil pierde calidad comercial. Son muchas las empresas europeas que invierten aquí y generan exportaciones a Europa. Con China, no hay contrapartida para el crecimiento de las exportaciones de bienes industrializados brasileños”, explica Panzini.
América Latina
De acuerdo con Panzini, la firma del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea también es importante para restaurar el comercio en América Latina. El gerente señala que Brasil tiene acuerdos comerciales profundos con varios países latinoamericanos, pero los intercambios dentro del continente están disminuyendo con el avance del comercio con China.
“Los países latinoamericanos cada vez más venden sus commodities (bienes primarios) a los países asiáticos y menos entre ellos. El continente se ha ido volviendo primario otra vez en la economía, de ahí la importancia de posibilitar aquí las inversiones europeas, con una mejora en el entorno empresarial, para que Brasil pueda exportar a Latinoamérica”, dice.
Panzini también recomienda mejoras internas brasileñas, como la aprobación de reformas económicas, especialmente la tributaria, que reducirían el costo Brasil y armonizarían los impuestos con los de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). “Si Brasil hace sus deberes, mejorará su competitividad y aprovechará aún más las ganancias del acuerdo con la Unión Europea”, agrega.
Postar um comentário