Un estudio brasileño demostró, por primera vez, la presencia del nuevo coronavirus (Sars-CoV2) en diferentes órganos de un feto: el corazón, la tráquea, los riñones, el cerebro y el hígado. Investigaciones anteriores habían revelado vestigios del virus en el cordón umbilical y la placenta, pero esta es la primera vez que se detecta en los tejidos fetales. También es la primera vez que los científicos observan que el Sars-CoV2 provoca una infección pulmonar en el feto de una madre infectada por el virus.
"Utilizando técnicas sofisticadas, logramos demostrar de manera inédita la presencia del virus en el tejido fetal. Cuando ataca a una mujer embarazada, el virus llega al feto y puede circular en los tejidos fetales. En el caso concreto que divulgamos [en una revista científica], el covid-19 provocó la muerte del feto, algo que es muy raro", dijo a Agência Brasil el pediatra Arnaldo Prata, uno de los responsables del estudio, que está coordinado por el Instituto de Investigación y Educación D'Or (IDOR).
El caso se observó en el feto de una mujer de 33 años que estaba entre la semana 33 y 34 de embarazo y fue diagnosticada con COVID-19 en octubre del año pasado. Ella no presentaba síntomas graves de la enfermedad. Tenía fiebre leve y dolores de cuerpo y de cabeza. Cuando se le diagnosticó la enfermedad, se le aconsejó que se aislara socialmente durante 14 días y que acudiera al médico en caso de que su estado cambiara o se agravara. Los exámenes realizados el mismo día del diagnóstico de COVID-19 no mostraron ninguna alteración ni problemas con el embarazo. En ese momento, no se sabía mucho sobre el comportamiento del COVID-19 en mujeres embarazadas no vacunadas. El estudio muestra que esto puede cambiar pronto.
Postaislamiento
Tras el periodo de aislamiento, la gestante acudió al médico. "Catorce días después de esta consulta, notó que el bebé ya no se movía, y volvió a la maternidad. Fue entonces cuando se comprobó la muerte del feto", dijo Prata. La familia dio autorización para que se investigara el caso.
Este estudio llevó a los científicos a observar que había rastros del nuevo coronavirus no solo en la placenta, sino también en varios órganos del feto, como el pulmón. Sin embargo, la infección pulmonar no fue la causa de la muerte. Según los investigadores, el feto murió como consecuencia de una trombosis grave en la placenta de la madre, que interrumpió el flujo de sangre y oxígeno al niño.
"La presencia del virus en los tejidos fetales no significaría necesariamente que hubiera habido una infección vírica del feto. implica necesariamente que el feto estuviera infectado con el virus. Podría significar que el virus atravesó la placenta y circuló por el feto. Pero pudimos identificar mediante un examen de inmunohistoquímica la presencia de células de defensa, los linfocitos, en el pulmón de este feto. Tenía una neumonía causada por COVID-19. Así que el feto también tenía una enfermedad causada por esta infección. Pero ésta no fue la causa de la muerte", explicó.
Coagulación
"Se sabe que, durante el embarazo, aumenta la tendencia a la coagulación. Sin embargo, el COVID-19 también aumenta las posibilidades de coagulación. En el caso de esa gestante, desgraciadamente, el COVID-19 le provocó un estado de coagulación excesivo en la placenta, impidiendo el flujo de la sangre materna hacia el feto", detalló.
La paciente, agregó Prata, no experimentó ningún síntoma relacionado con la trombosis. "La trombosis puede producirse en la placenta sin que la embarazada sienta nada". Por lo tanto, lo que se desprende del artículo publicado es que el COVID-19 no suele ser grave para las gestantes, pero requiere atención", argumentó. "En conclusión: las mujeres embarazadas que padecen el covid-19 deberían volver [al médico] antes de los 14 días [de aislamiento] para someterse a pruebas de coagulación e infección", advirtió.
Cuatro meses después de la muerte fetal, reportó Prata, la madre realizó nuevos exámenes para comprobar si había sufrido anomalías previas a la trombosis y que no fueron identificadas en los exámenes. A la luz de los resultados, los investigadores concluyeron que la trombosis fue causada por el COVID-19, que puede aumentar el riesgo de coagulación.
Aún con todo eso, Prata advierte a las mujeres embarazadas que las complicaciones por covid-19 durante el embarazo son muy raras. "Es muy raro que se produzca la muerte fetal en esos casos. Es algo que puede ocurrir, pero es muy poco frecuente", dijo. "Por supuesto, tenemos que ser conscientes de las situaciones en que puede ocurrir", agregó.
Asimismo, hoy en día ya existen vacunas anticovid que están indicadas para mujeres embarazadas, como la de Pfizer/BioNTech.
Después de todo, la paciente está embarazada de nuevo y se ha vacunado contra el covid-19. "Recibió la vacuna y ahora se siente esperanzada", dijo Prata.
El estudio
El estudio fue realizado conjuntamente por investigadores de varios institutos y universidades, como la Escuela del Hospital de Maternidad de la Universidad Federal de Río de Janeiro, el Departamento de Pediatría del Instituto D'or de Investigación y Educación y la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de São Paulo, y fue publicado esta semana en la revista científica Frontiers in Medicine.
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