La ministra brasileña de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, Tereza Cristina, dijo el lunes (1) que la agropecuaria realizada de forma sostenible es parte de la solución a un doble desafío: el cambio climático y la seguridad alimentaria.
Según Cristina, para 2030, el objetivo de Brasil es extender las tecnologías de bajas emisiones de carbono a más de 72 millones de hectáreas de tierra cultivable sin necesidad de convertir nuevas áreas a la actividad productiva. Con ello se espera mitigar la emisión de más de mil millones de toneladas de carbono (CO²) equivalente.
“El potencial transformador de la agropecuaria con bajas emisiones de carbono es enorme. Queremos compartir esta experiencia con países de realidades similares. Solo difundiendo las mejores prácticas a todos los productores podremos cosechar los impactos positivos que puede tener la producción de alimentos, fibras y bioenergía”, dijo la ministra durante la apertura del evento Brasil en la COP26, en la sede de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), en Brasilia.
Recuperación ambiental
En Glasgow, en el panel “Políticas Públicas para la Preservación y Recuperación Forestal”, el director de Regularización Ambiental del Servicio Forestal Brasileño, João Adrien, informó que la previsión de recuperación en propiedades rurales a través del Programa de Regularización Ambiental es de 34,4 millones de hectáreas de reserva legal en los próximos 20 años.
Nuevos objetivos
También el lunes, el ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite, anunció un nuevo objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Presentamos hoy un nuevo y más ambicioso objetivo climático, del 43% al 50% [de reducción] hasta 2030, y la neutralidad del carbono para 2050, lo que se formalizará durante la COP26”, dijo. Leite participó en la apertura de la cumbre a través de una transmisión simultánea desde el evento de Brasilia.
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