Los ministros brasileños de Medio Ambiente, Joaquim Leite, y de Justicia y Seguridad Pública, Anderson Torres, ofrecieron una rueda de prensa para hablar de las acciones del gobierno en la lucha contra la deforestación de la Floresta Amazónica. La reunión se debió a que el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) anunció que la tasa de deforestación en la Amazonía Legal Brasileña (ALB) creció un 21,97% en doce meses.
Según el INPE, la deforestación en la Amazonía alcanzó los 13.235 kilómetros cuadrados entre agosto de 2020 y julio de 2021. La cifra representa un alza del 21,97% en comparación con el periodo anterior, en el que se deforestó una superficie total de 10.851 kilómetros cuadrados. El volumen de la superficie forestal devastada en este último período corresponde a unas ocho veces el tamaño del municipio de São Paulo.
De acuerdo con Leite, los números aún no reflejan las acciones más recientes de la Fuerza Nacional en la lucha contra los delitos ambientales. “Los números que se han presentado tuvieron un incremento que no reflejan exactamente la acción de los últimos meses, en los que estamos siendo más presentes. La Fuerza Nacional, junto con el IBAMA y el ICMBio, han estado trabajando en 23 municipios de forma permanente.”
El ministro prometió una fiscalización rigurosa y calificó las cifras del INPE de “inaceptables”. “Queremos dejar claro que el gobierno federal actuará con firmeza contra cualquier delito medioambiental en la Amazonía”, dijo Joaquim Leite.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública destacó que está preparando un nuevo plan operativo para intensificar las inspecciones. “Estamos reajustando nuestras fuerzas y nos desplazaremos a estas regiones de deforestación. El Estado brasileño entrará con fuerza ambiental".
Los periodistas preguntaron al ministro de Medio Ambiente por qué el informe del INPE, fechado el 27 de octubre, solo se hizo público el pasado jueves (18), después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada en Glasgow, Escocia, entre el 1 y el 12 de noviembre.
“Quizás por precaución el INPE ha retrasado la publicación de estos datos para su revisión, pero no tengo esta información. Lo que sí tengo información es que se ha publicado hoy y estamos aquí dejando claro que esta cifra es inaceptable y que la combatiremos totalmente”, dijo Joaquim Leite.
Datos
Se estima la deforestación a través del Proyecto de Monitoreo de la Deforestación en la Amazonía Legal por Satélite (Prodes), que utiliza imágenes del satélite Landsat o similares para registrar y cuantificar las áreas deforestadas mayores de 6,25 hectáreas.
Según el INPE, el Prodes considera como deforestación la eliminación completa de la cubierta forestal primaria mediante la tala de árboles, independientemente del uso futuro de estas zonas. La estimación de la tasa de 2021 se calculó a partir del análisis de 106 escenas prioritarias de todos los estados de la Amazonía Legal. Se trata de la cuarta subida anual consecutiva, la secuencia más larga desde que comenzaron las mediciones, en 1988.
La Amazonía Legal corresponde al 59% del territorio brasileño y abarca ocho estados (Acre, Amapá, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Roraima y Tocantins) y parte del estado de Maranhão, con un total de 5,0 millones de km². En ella vive el 56% de la población indígena brasileña.
Según los datos, Pará fue responsable del 39,72% de la deforestación en el período analizado, con más de 5,2 mil kilómetros cuadrados de bosque destruido. Le siguen en tamaño de área afectada Amazonas (2,3 mil km2), Mato Grosso (2,2 mil km2) y Rondônia (1,6 mil km2). En conjunto, estos cuatro estados corresponden al 87,2% de la deforestación estimada en la Amazonía Legal, según el INPE.
Críticas
En un comunicado, el Observatorio del Clima, una red de la sociedad civil formada por 70 organizaciones, criticó las acciones del gobierno respecto a la Floresta. “El resultado es el fruto de un esfuerzo persistente, planificado y continuo para destruir las políticas de protección ambiental en el régimen de Jair Bolsonaro”, dijo Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio.
“A diferencia de la propaganda que el gobierno y sus aliados del agro y de la industria llevaron a la COP26 en Glasgow, el verdadero Brasil es éste, el de la tierra quemada, el de la violencia contra las poblaciones tradicionales y el del crimen organizado que actúa sin control en la Amazonía”, añadió.
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