El crecimiento de las importaciones y la desaceleración de las exportaciones de algunos productos hicieron que el superávit de la balanza comercial brasileña cayera en octubre al nivel más bajo de los últimos seis años. El mes pasado, el país exportó US$ 2.004 millones más de lo que importó.
Este fue el peor resultado del mes desde 2015, cuando el superávit había alcanzado los US$ 1.567 millones. En comparación con el mes de octubre del año pasado (resultado positivo de US$ 4.404 millones), la caída alcanza el 54,5% según el criterio del promedio diario.
Aunque las exportaciones totales fueron récord, la balanza se redujo. El mes pasado, las exportaciones ascendieron a US$ 22.520 millones, un 27,6% más que en octubre de 2020 según el criterio del promedio diario. Las importaciones, sin embargo, crecieron más y sumaron US$ 20.516 millones, un 54,9% más en la misma comparación.
Desaceleración
A pesar del alto precio de los commodities, las exportaciones se desaceleraron. El mes pasado, el volumen de mercancías enviadas solo aumentó un 0,7% en relación con octubre de 2020. Los precios subieron, por término medio, un 26,3% en la misma comparación.
Debido a la escasez de la cosecha de maíz, afectada por la sequía y las heladas, las exportaciones del producto cayeron en US$ 442,6 millones en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Lo mismo ocurre con el azúcar y la melaza, cuyas exportaciones cayeron US$ 324,1 millones, también afectadas por la pérdida de cosechas.
La suspensión de las compras de carne de vacuno por parte de China hizo que las ventas de este producto cayeran US$ 265,8 millones en octubre, en comparación con el mismo mes del año anterior. Sólo en el segmento de la agropecuaria, el volumen de las exportaciones cayó un 12,8% en la misma comparación, mientras que los precios aumentaron un 36,8%.
Entre los productos industrializados, cayeron las ventas de aviones (- US$ 205,3 millones) y de automóviles de pasajeros (- US$ 45,9 millones). En el caso de los vehículos, la crisis económica de Argentina, principal comprador de Brasil, está afectando a las ventas al exterior.
En cuanto a las importaciones, las compras de combustible, fertilizantes y medicamentos fueron las que más crecieron. La subida del dólar, asociada al aumento del precio internacional del petróleo (utilizado tanto en los combustibles como en parte de los fertilizantes), presionó las importaciones. La recuperación económica también aumentó el consumo. El mes pasado, el volumen importado aumentó un 19,6% y los precios medios un 23,5%, en comparación con octubre de 2020.
Acumulado
Con el resultado de octubre, la balanza comercial acumula un superávit de US$ 58.579 millones en los diez primeros meses del año. A pesar del descenso del superávit del mes pasado, el resultado es el más alto de la serie histórica, que comenzó en 1989. El saldo acumulado es un 29,6% superior al de los mismos meses de 2020, también por el criterio del promedio diario. El récord anterior, de 2017, era de US$ 49.251 millones.
Con el resultado de octubre, las importaciones empezaron a crecer más que las exportaciones. Las ventas al exterior sumaron US$ 235.870 millones, lo que supone un aumento del 36% en el promedio diario respecto a los 10 primeros meses del año pasado y un valor récord desde el inicio de la serie histórica. Las compras al exterior ascendieron a US$ 177.291 millones, lo que supone un aumento del 38,3% según los mismos criterios.
Estimación
En octubre, el gobierno había rebajado su previsión de superávit de la balanza comercial de este año a US$ 70.900 millones. Incluso con la revisión a la baja, este año debe terminar con un resultado récord. La estimación ya tiene en cuenta la nueva metodología de cálculo de la balanza comercial. Las proyecciones son más optimistas que las del mercado financiero. El boletín Focus, una encuesta de analistas de mercado publicada cada semana por el Banco Central, prevé un superávit de US$ 70.100 millones este año.
En abril, el Ministerio de Economía modificó el cálculo de la balanza comercial. Entre los principales cambios están la exclusión de las exportaciones e importaciones ficticias de plataformas petrolíferas. En estas operaciones, las plataformas petrolíferas que nunca salieron del país se contabilizaban como exportaciones, cuando se registraban en las filiales de Petrobras en el extranjero, y como importaciones, cuando se registraban en Brasil.
Otros cambios incluyeron, entre las importaciones, la electricidad producida por la central de Itaipú y comprada a Paraguay, por un total de US$ 1.500 millones al año, y las compras realizadas a través del programa Recof, que concede exención de impuestos a importaciones utilizadas para producir bienes que serán exportados. Toda la serie histórica a partir de 1989 se revisó con la nueva metodología.
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